domingo, 23 de octubre de 2011

Pesadillas


Me he levantado fatal. He tenido pesadillas toda la noche. He vivido y revivido continuamente el mismo episodio.

Allí se encontraban los seis que más mandaban en Europa. Sentados alrededor de una mesa ovalada. Era de color negro. Hablaban de corredores viarios y obras públicas. Y hablaban de España. El más regordete estaba a favor del eje atlántico y de muchos millones. El de aspecto más coloradote era partidario del corredor del mediterráneo. Otros ni por uno ni por otro, por el del atlántico.

Y así transcurría la noche. Después de horas y horas de deliberaciones y viendo que no se llegaba a ningún acuerdo, el de más edad propuso colocar un gran mapa de España cubierto por una tela blanca en la pared. Lanzarían un dardo cada uno y por las provincias asaetadas pasaría ese ansiado proyecto.
Desde mi onírico momento pensé que ésta era nuestra gran oportunidad. Soria se encuentra bien colocada en el mapa y seguro que algún dardo descontrolado la agujerearía.
Fueron saliendo los dardos y cada uno encontró su objetivo después de describir extrañas trayectorias.
Levantaron el trapo. Agudicé mi vista. Ni un solo dardo cayó en nuestra vasta geografía y ninguno de aquellos jodidos políticos se lo había clavado en un dedo. Y ahí fue donde me desperté.
Ni con los dardos tuvimos suerte

martes, 4 de octubre de 2011

Aprendiendo

Lo conocí hace ya muchos meses. Coincidíamos algunos días en un bar próximo. Él se tomaba un café con leche. Yo habitualmente le invitaba. A veces pedía un bocadillo. A veces se lo pagaba.

Era uno de esos tantos sin techo que pululan por las grandes ciudades. Me fijé en él porque nunca tomaba alcohol y dentro de sus posibilidades procuraba pasar inadvertido.

Esta noche, al entrar a tomar una cervecita lo he visto jugando a la máquina tragaperras. Como estaba próximo, he visto con el interés con el que jugaba. No me ha sorprendido al principio. Después sí. Una persona viviendo de la mendicidad e invirtiendo en futuro.

Al final he visto como ha conseguido un premio acumulativo de 90 €. Y cual ha sido mi sorpresa cuando ni siquiera me ha invitado a la cerveza.