Mi buena amiga,
Como es costumbre, por
estas fechas, me pongo en contacto contigo para ponerte al día de lo que se
cuece por esta nuestra ciudad y provincia.
Ya hace muchos años que
tanto tú como yo tuvimos que hacer las maletas como para 15 días y por allá
seguimos después de ya más de 30 años. Las cosas no creas que han cambiado, si
pensamos en regresar antes de que estemos retirados, como se dice por aquí, lo
tenemos bastante crudo, leí recientemente en la prensa local que no llegan a
4000 empresas las que están funcionando, la verdad es que no sé si son muchas o
pocas, lo que sí que es cierto es que son menos que las que había hace hace diez años, y
de todas ellas sólo nueve tienen más de cien trabajadores contratados y lo que
es peor, la mitad sin asalariado
ninguno. A pesar de todo me sorprende que por la capital no se detecte necesidad
alguna, siempre están pidiendo los mismos y en los mismos lugares, en quince
días no he visto nada más que a un joven removiendo por los contenedores de
basura aunque se comenta que más de cinco mil sorianos necesitan ayudas para
poder comer cada día. Se ve que la cosa no va tan bien como dicen los que
mandan.
Por lo demás todo sigue
igual o peor, como ya sabes sólo tenemos comunicación vía ferrocarril a Madrid,
pues resulta que lleva cosa de 15 días que se retrasa tanto el servicio que
para hacer el recorrido tarda la friolera de tres horas y cuarto, como no te
guste leer lo tienes claro. A pesar de todo aquí nadie se queja por nada.
La ciudad está cambiando,
están terminando las obras por el centro de Soria, cuando vengas no la vas a
conocer. Tengo ganas de que regreses para que me des tu opinión, aquí como es
menester hay tantos detractores como defensores del proyecto y de las obras,
los que dicen que hagan lo que hagan está perfecto y aquéllos que piensan que
se están llevando a cabo proyectos innecesarios que lo único que hacen es
dividir a la ciudad en dos. El tiempo dará o quitará razones. Han hecho tantas
plazas de parquin debajo del Espolón y de la plaza de Mariano Granados que para
ocuparlas sería necesario que cada soriano de los que diariamente bajamos al
centro lo hiciéramos en un par de automóviles cada uno, y eso, con el transporte público y el coche de San
Fernando de momento como que parece un
sueño.
Han hecho también un
carril bici que llega desde el centro a la zona de las universidades, a ver las
primeras estadísticas de utilización y si es el comienzo de que se dinamice el
campus y se retenga a esa juventud que
marcha a formarse y que casi ya nunca vuelve, como tú y yo.
El otro día vi a la
señora Asunción, sí, esa que vive por la avenida de Valladolid, está más mayor
pero con los mismos ánimos, la otra mañana la vi zarandeando las ramas de unos
ciruelos que han plantado por allí con la muleta, y sabes lo peor, que una vez que
las ciruelas están por los suelos resulta por su peso, edad y complexión física no se podía agachar a
recogerlas. Refleja como ya te puedes imaginar el típico carácter soriano que
no cambiará nunca.
Espero que todo lo que te
he contado sirva para que te sientas un poco más cerca de esta tierra que tanto se añora cuando se está lejos de
ella.
¡Ahh! Se me olvidaba, ahora resulta que según
una encuesta que no se sabe muy bien quién y con qué motivo la ha hecho, Soria
es la ciudad más triste de España, van buenos, tristeza es la que siento cada
vez que tengo que marcharme camino a la
rutina diaria.
A la espera de noticias
tuyas, un abrazo y hasta siempre.