martes, 5 de agosto de 2014

Desde Soria


Mi buena amiga,

Como es costumbre, por estas fechas, me pongo en contacto contigo para ponerte al día de lo que se cuece por esta nuestra ciudad y provincia.

Ya hace muchos años que tanto tú como yo tuvimos que hacer las maletas como para 15 días y por allá seguimos después de ya más de 30 años. Las cosas no creas que han cambiado, si pensamos en regresar antes de que estemos retirados, como se dice por aquí, lo tenemos bastante crudo, leí recientemente en la prensa local que no llegan a 4000 empresas las que están funcionando, la verdad es que no sé si son muchas o pocas, lo que sí que es cierto es que son  menos que las que había hace hace diez años, y de todas ellas sólo nueve tienen más de cien trabajadores contratados y lo que es peor,  la mitad sin asalariado ninguno. A pesar de todo me sorprende que por la capital no se detecte necesidad alguna, siempre están pidiendo los mismos y en los mismos lugares, en quince días no he visto nada más que a un joven removiendo por los contenedores de basura aunque se comenta que más de cinco mil sorianos necesitan ayudas para poder comer cada día. Se ve que la cosa no va tan bien como dicen los que mandan.

Por lo demás todo sigue igual o peor, como ya sabes sólo tenemos comunicación vía ferrocarril a Madrid, pues resulta que lleva cosa de 15 días que se retrasa tanto el servicio que para hacer el recorrido tarda la friolera de tres horas y cuarto, como no te guste leer lo tienes claro. A pesar de todo aquí nadie se queja por nada.

La ciudad está cambiando, están terminando las obras por el centro de Soria, cuando vengas no la vas a conocer. Tengo ganas de que regreses para que me des tu opinión, aquí como es menester hay tantos detractores como defensores del proyecto y de las obras, los que dicen que hagan lo que hagan está perfecto y aquéllos que piensan que se están llevando a cabo proyectos innecesarios que lo único que hacen es dividir a la ciudad en dos. El tiempo dará o quitará razones. Han hecho tantas plazas de parquin debajo del Espolón y de la plaza de Mariano Granados que para ocuparlas sería necesario que cada soriano de los que diariamente bajamos al centro lo hiciéramos en un par de automóviles cada uno, y eso,  con el transporte público y el coche de San Fernando de momento como que parece  un sueño.

Han hecho también un carril bici que llega desde el centro a la zona de las universidades, a ver las primeras estadísticas de utilización y si es el comienzo de que se dinamice el campus y se retenga a esa  juventud que marcha a formarse y que casi ya nunca vuelve, como tú y yo.

El otro día vi a la señora Asunción, sí, esa que vive por la avenida de Valladolid, está más mayor pero con los mismos ánimos, la otra mañana la vi zarandeando las ramas de unos ciruelos que han plantado por allí con la muleta, y sabes lo peor, que una vez que las ciruelas están por los suelos resulta por su peso, edad y  complexión física no se podía agachar a recogerlas. Refleja como ya te puedes imaginar el típico carácter soriano que no cambiará nunca.

Espero que todo lo que te he contado sirva para que te sientas un poco más cerca de esta tierra  que tanto se añora cuando se está lejos de ella.

 ¡Ahh! Se me olvidaba, ahora resulta que según una encuesta que no se sabe muy bien quién y con qué motivo la ha hecho, Soria es la ciudad más triste de España, van buenos, tristeza es la que siento cada vez que tengo que marcharme camino a  la rutina diaria.


A la espera de noticias tuyas, un abrazo y hasta siempre.