lunes, 25 de abril de 2011

Apatía


En plena Semana Santa se ha celebrado el día de Castilla y León y he podido comprobar que ya se ha olvidado de todas aquello de “Castilla entera se siente comunera”, al menos en Soria.
No vi por ningún lado bandera regional alguna, por celebrar algo parece que en la zona del barrio del Calaverón prepararon unas migas.

Eché de menos a esa media docena de personas que siempre lleva el paso cambiado y que todavía puede creer en utopías.

Apatía.
Y es que Soria se encuentra en tierra de nadie. Somos castellanos pero vamos a comprar a Logroño, a estudiar a Zaragoza, al médico a Pamplona y a veranear al País Vasco.

martes, 12 de abril de 2011

Puzzle educativo

No es la primera vez que trato de comentar aspectos relacionados con mi mundo laboral, trato de haceros llegar otra entrega.
Hoy las parejas acostumbran a tener parentela cuando ya han alcanzado una cierta estabilidad en el trabajo, habiendo ya vivido y revivido la vida, habiéndose ya cansado de viajar, trasnochar y pasárselo bien, y cuando llega la criatura ya tienen una edad considerable, y muy acostumbrados a vivir solos, a su capricho y con una sensibilidad nula hacia sus propios retoños.
Todo tiene su momento, observando a veces los niños con los que me encuentro en los parques cercanos a mi casa hay veces que tengo dificultades para discernir si esa persona que está con ese chaval que intenta montar en bici por vez primera es su padre o es su abuelo.

Se comienza a planificar la vida cuando al bebé ya se le ven las orejillas conllevando con ello graves problemas de organización con la vida laboral y familiar, echando mano casi siempre de los abuelos y abuelas, que cada vez están menos disponibles y más hartos de seguir haciendo de canguros incluso hasta los fines de semana para que los egoístas padres se puedan desestresar. Yo no tuve esa suerte.
El niño o la niña ya por muy deseados son eternamente protegidos, ya que lo perciben como alguien inmaduro, incapaz de poder desarrollarse por sí mismo hasta en los más ínfimos detalles.
Se llegan a preocupar más de forma mecánica de ellos dependiendo demasiado de profesionales que han de solventar a menudo sus problemas y preocupaciones.
Cada vez nos encontramos en nuestras aulas de tres años con más alumnos en tratamiento psicológico y dependientes de profesionales de la psiquiatría que se ven obligados a anular toda inadecuada iniciativa materna y paterna, creándoles todavía más inseguridad.

Todos saben todo acerca de cómo educar a sus hijos, todos leen y releen en la red aspectos relacionados con su educación, su salud y su crianza, y es tan desordenada esta información y provoca tantas dudas que se pone en entredicho a su vez la figura de verdaderos profesionales dentro del campo de la sanidad y de la educación.
Hoy todo el mundo sabe de todo, exige y exagera sus peticiones sin darse cuenta del grave problema que está ocasionando a sus hijos e hijas.

Cada vez se dispone de menos tiempo y cada vez se han de buscar más servicios, actividades extraescolares, salidas de fin de semana y campamentos de verano que conlleva a un desconocimiento de cómo son en realidad sus propios hijos.

Por la circunstancia de la ruptura de la pareja nos encontramos a menudo como a los chavales se les utiliza de moneda de cambio, de triste comodín, por desgracia me voy encontrando con bastantes Herodes acontemporáneos.

Y si a todo lo anteriormente comentado añadimos el problema de la inmigración, donde a veces una de las principales preocupaciones con las que se encuentran es el de la subsistencia, dejando en un rincón muy apartado la educación y la instrucción de sus propios hijos, tenemos en nuestras escuelas ese puzzle perfecto que hace que seamos en muchas ocasiones incapaces de hacerle coincidir todas sus piezas, nuestra labor es cada día más compleja, más difícil, con limitados recursos se pretende que todo funcione como un engranaje perfecto, no sólo instruyendo sino también formando y tratando de subsanar esa pésima educación que en un número incontable de ocasiones se hace presente en sus progenitores.