domingo, 31 de enero de 2010

Felicidades


Mañana es 1 de febrero y celebro dos cumpleaños muy merecidos. El más importante, el de la persona que ya lleva compartiendo conmigo más de treinta años. Tenemos nuestro mérito tal y como está el tema.
Desde aquí te agradezco esa paciencia infinita y ese cariño exquisito que nos sigues mostrando. Un año más, aunque sé que no te gusta contarlos. Felicidades.

Ah, se me olvidaba, el otro es el de este bloc que comenzó hace ya tres años.

jueves, 21 de enero de 2010

Sorianismos 3


- Por la provincia de Soria cuando se tienen manía los de dos pueblos próximos como los del Burgo y San Esteban, no es difícil escuchar eso de: el día que se repartió la inteligencia se pasaron por alto a los del pueblo del al lado y mira lo faltos que son todos.
- Me encanta entrar con el coche por los pueblos de Soria donde vive poquísima gente, que son la mayoría, al oír ruido, salen a las puertas de casa pensando que es el panadero o el pescatero, y claro les saludo con un hola qué hay, no veáis lo pensativos que se quedan tratando de averiguar quien es ese que les ha saludado. Al menos los tengo un rato pensando, y eso va bien para tener despejado y ocupado el cerebro.
- La gente de la edad de mi padre o de mi abuelo, antes como no había wáteres en casa, se iban a tirar el pantalón a la cuadra y a veces no veas el susto que les daba el macho.
- Por esta zona, como dice mi madre cuando comemos mucho, qué templazo de comer nos hemos dao.
- En Soria no nos desnudamos, nos quedámos en chichotas.
- Cómo recuerdo cuando en mi pueblo, Nódalo, siendo un chaval tenía que aparar en el saco, mi padre echaba con la media el trigo y no veas la bronca que me llevaba si se caía el grano al suelo.
- Cuando alguien se ha divorciado, el pobre, porque por aquí todavía se le tiene lástima, se ha quedado a la buena de Dios.
- En Soria no se tiene mal carácter, se tiene mala follá.
- No hace muchos días con tanto hielo por las calles, la gente se esbaraba y no se rompía el brazo, se lo tronzaba.
- Y acabo por hoy con una perla que oí hace unos años en los sanjuanes a eso del medio día al lado de la plaza de toros, cuando ya la cerveza se nos sale por los carcañales, una chica le decía a un chaval que se le estaba echando encima, oye, “méteme mano por donde quieras, pero sobre todo no me pretes en la vejiga”.

Continuará...

domingo, 17 de enero de 2010

Espejito, espejito...


Según me ha comentado el gran espejo del comedor de mi casa, recientemente se ha celebrado una gran reunión en Atenas, con la presencia de todos los espejos del mundo, que aunque no os hayáis dado cuenta han estado unos días fuera de vuestras casas.

Ha venido cansado de tanto ajetreo, pero enriquecido por el encuentro. Allá, todos han mostrado sus experiencias y sus vivencias. Han comentado ese día a día cansino, mudo e impertérrito.

Los había de diferentes tamaños y formas, desde aquellos que ocupan unas paredes de medidas descomunales a otros, los pobres, que están siempre revueltos entre los cachivaches, allá, en lo más recóndito de ese bolso desordenado de cada mujer.

El espejo del Vaticano todavía no daba crédito a la imagen del Papa rezando y rezando ante él, pidiendo por los damnificados por el reciente seismo de Haití. Rezaba y rezaba, pero no hacía otra cosa. Mientras la gente en Puerto Principe se mataba por una botellita de agua.

Otros, los espejos de los Presidentes de los diferentes gobiernos del mundo alucinaban viendo como se acicalaban delante de ellos, unos, ajustándose bien sus corbatas, otras, embadurnándose con sus mejores potingues, eso sí, con muchas prisas porque se les escapaba ese avión que les conducirá a hacerse esa foto de rigor en ese país, donde prefieren un corrusco de pan antes que un mencionado avión abarrotado con todos ellos.

Los de los remposambles políticos sorianos estaban más contentos que de costumbre con la reciente inaguración de esos kilómetros de autovía entre Soria y Almazán, aunque a los pocos días ya haya habido problemas con el firme, la verdad es que se conforman con poco.

El de Belén Esteban todavía no ha vuelto en sí, se encuentra mal, asustado ante el cambio experimentado por la susodicha.

Como el de Belén, son muchos los que están en tratamiento psicológico porque todavía no asimilan los cambios que se han producido en aquellos y aquellas que diariamente se están observando en ellos.

Por cierto se ha recriminado la actitud de muchos de ellos que lo único que hacen es dar la razón a aquellas que se miran en ellos, las contemplan, las observan y siempre les dicen lo bonitas y lo delgadas que están, una vez que ya han apagado la luz, cuando ya no pueden oírles esgrimen una sonrisa. Prefieren eso a verse hechos añicos.

Ah, otro día te contaré lo que me han comentado que dijo el muy hipócrita del espejo del lavabo de tu casa.

lunes, 4 de enero de 2010

Filosofía soriana


Los sorianos somos muy campechanos, hablamos con cualquiera y el tiempo que haga falta. Por poco observador que se sea, te das cuenta que se suele saludar una media de cinco personas por cada vuelta que se da al Collao. El Collao es como las Ramblas en Barcelona, pero sin turistas. Yo, como estoy menos en Soria no llego a la media de saludos. Me voy haciendo mayor y eso se nota hasta en las amistades. Cada día conozco a menos gente. Los de mi quinta salen menos, o tienen más obligaciones o el calor del hogar no les deja callejear.

Soy un zascandil, y cuando estoy de vacaciones paro mucho por la calle. Me gusta caminar y caminar. Salgo sin rumbo fijo y como casi todos, acabo tarde o temprano en el centro. Coincido con mucha gente, bastantes van trajeados, por estos lares, entre banqueros y funcionarios apenas dejan espacio para unos cuantos miles de jubilados y jubiladas y unos pocos autónomos.

Además de trabajar, también se saca tiempo como he comentado para pasear si no hace mucho frío, además del Collado, el otro lugar aprovechado para tales menesteres es la desa, aquí nos comemos la h intercalada adrede, al igual que atrochamos para llegar a su puerta, se deberían de atravesar dos semáforos y no pasamos por ninguno, cruzamos por medio, a ver si se da cuenta el Ayuntamiento que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta y nos pinta un paso de cebra.

También tenemos tiempo para tomarnos unas cañas en los bares. Son lugares que nos ayudan a pasar esas largas tardes desapacibles, que no son pocas. Ahora se pelean con un gran centro comercial que también se les lleva la clientela, sobre todo los fines de semana.
Los más frecuentados son los de la mal llamada plaza Herradores, en realidad se llama plaza de Don Ramón Benito Aceña y los del Tubo.
Y entre paseos, bares, cine, tardes de fútbol y algún que otro espectáculo itinerante en el Palacio de la Audiencia va transcurriendo la vida.

Y a mí como ya se me están pasando las de Navidad, pues otra vez a Barcelona al curro, pertenezco a una de esas tres emes que la provincia de Soria exporta, madera, mantequilla y maestros/as. ¿Os imagináis de las tres, a la que pertenezco?