jueves, 10 de febrero de 2011

Turismo


No hace muchos días me sorprendió la noticia de que un afamado restaurante madrileño había pagado en subasta la cantidad de 1700 Euros por dos trufas negras de Soria, algo más de medio kilo, definidas por los más renombrados cocineros nacionales como joyas y piezas exquisitas con su magnífico aroma y perfume.

Parece ser que el Patronato de Cultura quiere utilizar la trufa de reclamo para el turismo en invierno, tiempo de recolección del producto. No sé si tendrá demasiada aceptación, sobre todo si tenemos en cuenta lo anteriormente expuesto, ¿a cómo puede salir un platito espolvoreado en su momento con este manjar? Ojalá me equivoque y todos los restaurantes y hoteles de Soria cuelguen el cartel de “todo completo” gracias al gancho del oro negro, sobre todo cuando la experiencia nos dice que, cuando acompaña el tiempo, el turismo que predomina es el mochilero y el rural.

Por otra parte también me sorprende la publicidad de la que podrán disfrutar en esa revista que se entregará a los y las que vuelen con Air Nostrum, quizá podamos leer al pie del anuncio eso de: “la próxima vez que vuele con nosotros elija como destino Soria”. Tiene guasa.
A pesar de ello, también aplaudo todo lo que sea publicitar Soria y provincia aunque sea en el averno, o como diría mi hermana, "lo importante es que se hable de Soria, sea donde sea".

martes, 1 de febrero de 2011

Crisis


Aunque lo leas diez veces, no es un chiste. La economía funciona así.

Es agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada; cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta.
Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso mafioso forrado de plata y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones. El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Éste toma el billete y corre a pagar su deuda al que criaba y le vendía los cochinos. A su vez éste sale corriendo para pagar lo que le debe a la fábrica proveedora de piensos para animales. El dueño de la fábrica de piensos coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito. La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado las habitaciones que ocupaba y le entrega el billete al dueño del hotel.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, agarra el billete de cien euros y se va.

Nadie ha ganado un céntimo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!!!

MORALEJA: ¡¡¡SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS!!


No sé quién fue el genio que lo escribió… me ha llegado vía email... pero es excelente...

Con Dios