miércoles, 18 de mayo de 2011

El pan de Soria


Por muy poco obsevador que sea uno, una de las cosas que te llama la atención cuando madrugas un poquito en Soria capital es la cantidad de camionetas que hay por todos los barrios repartiendo pan. Parece mentira que una ciudad con tan poca gente dé para comer a tantos y tantos panaderos.

Que si pan de Almenar, de Martialay, de los Rábanos, de Pinares, de Panesa, de Alconaba, de Almajano, de Soria pan, de Ágreda, de Abejar, de Valdeavellano, de Almarza.... . Una burrada de hornos son los que trabajan en la provincia para abastecer a la capital, y una de dos o cada soriano o semejante se come varias barras o no me salen las cuentas. Si quitamos a los mayores que comen poco pan ya y los y las que perpetuamente están haciendo dieta y no lo prueban, no quedan tantos para que haya ese trasiego de furgonetas de aquí para allá cada día por la capital.

No me imagino en un Barcelona a primera hora de la mañana algo parecido. Por Barcelona y mira que llevo años no he visto prácticamente nunca ninguna. Y es que por aquí lo único que comemos es de ese congelado, que lo meten unos minutejos en ese calentador electrico y te sale esa baguette a precio de oro y con sólo unas horas de caducidad ya que prontito se queda hecha un chicle, y si la dejas para el día siguiente no vale ni para sopas.

La verdad es que echo mucho de menos ese pan de Gómara que es el que me gusta, la misma mañana que salgo para la ciudad condal compro siempre 3 ó 4 barras, con su crujiente corteza y su poquita miga que aunque se me quede un poquito duro me sabe a gloria.

3 comentarios:

Ligia dijo...

Ventajas e inconvenientes de la gran ciudad... Abrazos

Luis dijo...

Hola Javier:
En Soria debe haber una competencia "panil" tremenda... no?
De todas formas, como muy bien dices, siempre es mejor esos tipos de pan que el que tenemos que sufrir en otras ciudades...
Aquí tambien va del congelador al microondas como muchos otros productos y con una duración de consumismo muy corta...
En los pueblos y cuando éramos jóvenes el pan acostumbraba a durar una semana por lo menos y estaba "estupendo".
Alguien inventó el "pa amb tomàquet" y las sopas...
Saludos,
Luis

Anónimo dijo...

Tu sobrino se come todos los días barra y media de ese de gomara que tanto te gusta (2 bocadillos, cena, comida, y también de postre), como haya muchos igual, ahí tienes la explicación.