viernes, 2 de marzo de 2012

Sindicatos


Dicen que a río revuelto, ganancia de pescadores. Estamos en un momento delicado. Son muchos los que estamos padeciendo esos recortes, que aunque omitidos en periodo electoral, era predecible que llegaran. Me incluyo entre los damnificados porque cada vez veo más menguado mi sueldo. Trabajo más horas lectivas y cobro menos dinero, y lo que es peor según todos los augurios, la cosa no mejorará. No es una situación nueva, gobernando los anteriores los recortes también hicieron su agosto.

Entonces los sindicatos estaban de vacaciones y a la sociedad en general nos costaba reaccionar ante tanto despropósito. Sólo y a última hora los llamados indignados hicieron acto de presencia.
Hoy ya se han puesto el mono y han comenzado a trabajar de lo lindo. Han pasado de ese periodo anquilosado a éste apocalíptico. Nos visitan una y otra vez en el curro y sus mensajes son como emigrar a Alaska. Ahora todo es más negro que el hollín de la chimenea de mi abuela, por no verse, ni se vislumbra un pequeño resplandor allá en el horizonte.
Ignoro si la situación actual es tan tétrica, pero intuyo demasiados intereses de todo tipo por medio.

Ahora debemos de luchar porque no podemos perder todo lo conseguido en las últimas décadas, por mejorar las prestaciones sociales y porque pilares tan importantes como la sanidad y la educación se derrumben, pero quizás ya hubiéramos de haber comenzado antes.

A veces pienso que nos tratan como si fuéramos burros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A río revuelto ganancia de quien lleva el yate. En este pais los únicos que hoy disfrutan de un sueldo altamente digno y sin recortes son los políticos. Muchos recortes en sanidad y educación pero ninguno dice de revisar los sueldos vitalicios o los ingresos por dietas (que no sé por qué se llama dieta si en todo caso son buenas comilonas a costa del contribuyente) Uno de los temas más insultantes es poder despedir a funcionarios por reducción en los presupuestos. A ver, sinceramente, algunos funcionarios ya deberían estar más que despedidos, pero tranquilos éstos no serán. Que se preparen aquellos funcionarios que se ganaron su oposición a base de esfuerzo y, por desgracia, no tengan algun familiar en el meollo.
Los sindicatos, un tema aparte, para mi es como la iglesia, han perdido devotos a base de "haz lo que yo diga pero no hagas lo que yo haga". Estos mientras no se les han tocado los privilegios no han movido un dedo pero ahora...ahora es tarde para reaccionar. Bueno siempre está el derecho a la pataleta, es lo que nos queda o irnos a Laponia.
Un saludo
Ruth Jiménez (antigua casa Fidela)