El pasado fin de semana, como consecuencia de la celebración
de la festividad de Todos los Santos, almorzando un torrenito en el Zafiro oí una frase que me da pie a este
comentario. La frase en concreto era:” No sé para que va a subir al cementerio hoy,
si no sube en todo el año, y allí además no hay nada”
La verdad es difícil de no seguir con determinadas
tradiciones pero un poco de razón lleva.
Soy de los que considera que con el propio recuerdo ya es suficiente. Al
tenerles en nuestros pensamientos continúan estando entre nosotros.
Y no os cuento el valor que se le da a que haya o no flores
en determinadas lápidas durante estos días. Se llega a interpretar que cuanto
más repleta está de flores más se le quería, cuando sé de muchos casos que en
vida no estaban muy sobrados de cariño.
1 comentario:
Completamente de acuerdo contigo. Los restos que se depositan en el cementerio son eso, restos. El cariño, gratitud, amor o enfado se han de demostrar en vida. No entiendo a la gente que cuantifica el amor en kilos de flores. ¿De verdad creen que su difunto estará más contento en el más allá si tiene flores? ¿Le gustaban las flores en vida? A mi que me dejen un buen plato de marisco por si acaso algun día me levanto con hambre.
Un saludo
Ruth Jiménez
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