jueves, 8 de noviembre de 2012



El pasado fin de semana, como consecuencia de la celebración de la festividad de Todos los Santos, almorzando un torrenito  en el Zafiro oí una frase que me da pie a este comentario. La frase en concreto era:” No sé para que va a subir al cementerio hoy, si no sube en todo el año, y allí además no hay nada”

La verdad es difícil de no seguir con determinadas tradiciones pero un poco de razón lleva.  Soy de los que considera que con el propio recuerdo ya es suficiente. Al tenerles en nuestros pensamientos  continúan estando entre nosotros.

Y no os cuento el valor que se le da a que haya o no flores en determinadas lápidas durante estos días. Se llega a interpretar que cuanto más repleta está de flores más se le quería, cuando sé de muchos casos que en vida no estaban muy sobrados de cariño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo contigo. Los restos que se depositan en el cementerio son eso, restos. El cariño, gratitud, amor o enfado se han de demostrar en vida. No entiendo a la gente que cuantifica el amor en kilos de flores. ¿De verdad creen que su difunto estará más contento en el más allá si tiene flores? ¿Le gustaban las flores en vida? A mi que me dejen un buen plato de marisco por si acaso algun día me levanto con hambre.
Un saludo
Ruth Jiménez