Turismo rural

Todos los Santos. Salgo de casa antes de la nueve. No soy el único que lleva en la mano una cesta de mimbres. Somos muchos los que aprovechamos este día festivo para acercarnos al pinar de turno a buscar unos boletus. La mañana no se ha dado nada mal, la pena es que salen muchos gusanos. Se me hace la boca agua pensando en el risotto que prepararemos mañana.

Por la ciudad más gente de lo normal, como yo, son muchos los han decidido pasar estos días con la familia. Por la Herradores parece San Juan. El tiempo acompaña. Muchas de las conversaciones que oigo tienen como temas la ocupación hotelera y el turismo rural y micológico que se está dando por estas fechas y todo lo que aporta para la provincia. 

Parece que este tipo de turismo va a ser el salvador de nuestra economía. Muchos suelen venir con la comida comprada y se alojan en una casa rural de un pueblecito en el que no hay ni bar, que me expliquen su gran aportación.

Otros sí que es verdad que traen la cartera llena y se nota en los hoteles  y restaurantes capitalinos, de estos hacen falta unos cuantos miles más.