Convivir con los demás es difícil. En el trabajo, en la pareja, en la familia, siempre que tengamos que compartir espacios físicos, sentimientos, emociones, faenas, tareas, responsabilidades, hemos de saber en todo momento cuál es el rol que desempeñamos. A veces el egoísmo hace que se rompa esa relación que tanto ha tardado en fluctuar. Otras son los celos, la comodidad, el orgullo, la inmodestia, el engreimiento, el no saber estar, o el no saber respetar.
Dicen, que a nivel familiar el 90% de los problemas se generan por la noche y en la cocina.
Y estoy completamente de acuerdo. En mi casa y con mis hijos acaece una noche sí y otra también. A la hora de cenar, parece que estén en un restaurante donde todo se lo den hecho, donde todo se lo ponen a la mesa. Eso de preocuparse por comprar lo que se necesite y de cocinarlo, no va con ellos. Cuando están solos, no comen pan por no ir a comprarlo. A veces ya genera contrariedades el levantarse a buscar una botella de agua. El transcurso de la cena suele acontecer sin pena ni gloria si no se tocan determinados temas en la conversación. Pero, amigo, cuando llega el momento de recoger el “gamellón”, no veáis la que se monta. Que si yo quité la mesa ayer, que si yo el lunes… Y ya no os cuento a la hora de meter los cacharros en el fregaplatos, fijaos que no he dicho la palabra fregar. Entonces ya ni os cuento. Y como siempre para no crear más conflictos, a ¿qué no sabéis quién lo tiene que hacer?
Aclaro que mis dos hijos hace tiempo ya que se afeitan.
Quiero pensar que estos problemas no suceden cuando sólo se tiene uno o ninguno.
Otro día os comentaré lo del orden y la limpieza.
sábado, 13 de junio de 2009
Convivir
Publicado por Javier en sábado, junio 13, 2009
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8 comentarios:
Mis hijos son pequeños y los habitos les cuestan mucho,esperan todo de mi,actualmente con mi esposo nos repartimos algunas tareas(eso me ha costado mucho lograrlo,antes era yo la que los servía a todos)y tambien a los chicos les damos tareas por igual y no hacen más que quejarse,y es verdad en la cena es peor,comparto lo que dices totalmente! que tengas un buen fin de semana!un abrazo!"
La problemática que comentas va creciendo en progresión geométrica cuando se ha de (... ... ...) con los antecesores...
En los primeros puntos suspensivos puedes poner cualquier palabra que signifique relación, convivencia, trato,etc. etc., todavía más problemática que la de los hijos.
Un cordial saludo y un buen fin de semana,
Luis
Es difícil la convivencia, desde la propia pareja hasta la de los hijos, o con los abuelos. Mis hijos ya viven "independientes", y los echo de menos, así que un par de platos o los frego yo o mi marido, no hay más posibilidades de discusión. Y a veces estoy deseando que vengan para sacar más loza. Abrazos
Recuerdo cuando era pequeño que mi abuelo me decía "si alguna vez las tareas domésticas se realizaran tan sólo con apretar un botón, acabaríamos peleando por decidir a quien le correspondía apretarlo", y creo que tenía mucha razón.
Saludos.
jajajja, cuesta mucho eh, nos cuesta a todos supongo hasta que nos adaptamos. Eso de acabar haciendolo tu por no oírles me parece que no es buena solución eh.
Besitos de miel
Javier, que quieres que te diga si tú lo has dicho todo aunque yo me impongo para que ayude un poco porque el mío, también hace años que se afeita... Si te sierve de consuelo lleva el paraguas colgado del tollero de su baño tres semanas y yo hago como que no lo veo porque el friega su aseo ¡faltaría más! aunque muchas veces me pongo firme porque se le olvida pero, el paraguas, ni lo veo espero que llueva a chuzos ... a ver si cambia de sitio y encuentra el lugar porque él, al igual que yo sabe que allí no es su sitio..Que pases una buena semana.Un abrazo.Angela
"Conviure no és coincidir, és comprendre".
"Convivir no es coincidir, es comprender".
(S.Vicente de Paül)
Eso debería se aplicable a todas las personas que comparten un hogar... seguro que si todos lo tuvieran en cuenta (hijos, padres, abuelos, tíos...) las cosas serían bastante más sencillas y habría menos conflictos.
Un abrazo.
Yo no tengo hijos, ni tampoco estoy casado. Pero muchas veces pienso que la convivencia es difícil hasta para con uno mismo. Saludos
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