sábado, 21 de abril de 2012

Me sorprende...

Uno no deja de asombrarse de las circunstancias que estamos viviendo y de las que seguro están por venir.
Me sorprende que los que dijeron que no subirían impuestos se metan ahora a degüello hasta con la sanidad y  la educación.
Me sorprende que todos estemos pagando este desaguisado que unos pocos han preparado.
Me sorprende que nadie pida públicamente y judicialmente explicaciones a aquellos que han gestionado los recursos públicos subvencionados con nuestros impuestos.
Me sorprende que no haya dinero para una caja de aspirinas y sí para preparar el dispositivo con más siete mil policías para blindar la ciudad de Barcelona en la cumbre del Banco Central Europeo con los gobernadores de todos los bancos centrales de los 17 países de la zona euro con su presidente al frente, que se celebrará a primeros del mes que viene. Amén de los destrozos que se habrán de cubrir por la que se montará. ¿Es que no se puede elegir otro país con la que está cayendo en el nuestro y el cariño que les hemos pillado a los bancos?
Me sorprende que nadie meta mano todavía a la burbuja que envuelve en este santo país al mundo del fútbol. Ya veremos cuando reviente quien se hace cargo de la porquería.
Me sorprende que haya gente que crea que la reforma laboral creará puestos de trabajo.
Me sorprende que no se hayan dado cuenta de que lo que necesitamos es que se reavive el consumo para que se mueva el dinero, pero ¿qué dinero?.
Me sorprende...
Y me jode pensar que este enfermo terminal, que somos todos nosotros, tenga tan mala pinta y esté a punto de presentar un electroencefalograma plano.

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