domingo, 8 de febrero de 2009

Escuela


Estudié en Escolapios. Quería que mis padres me matricularan en el Instituto Antonio Machado, "el Insti", pero no hubo manera. Eran de los que pensaban que al ser privado y de curas con sotana y fajín estaríamos más controlados, estudiaríamos más, saldríamos mejor formados y llegaríamos más lejos. La experiencia posterior me dice que en una gran mayoría de los casos no depende sólo de la escuela en sí, sino del profe que te toque.

Por entonces la escuela era competitiva, a veces demasiado competitiva, fiel reflejo de la sociedad, ahora la sociedad sigue siendo más competitiva aún, pero la escuela ha cambiado.
En la actualidad con tanta Adaptación Curricular, Atención a la Diversidad, Competencias Básicas, Práctica Reflexiva i tantos Criterios de Evaluación y Nuevas Tecnologías, la cosa si tenemos en cuenta los resultados no funciona.

Recuerdo aquellos corros que hacíamos en clase sobre todo de Lengua donde los que más rendían y los más rápidos ocupaban los primeros puestos, y no veas lo que estudíabamos los demás para no acabar de los cinco últimos, ello llevaba el quedarte castigado sin patio. Las notas al ser numéricas no te llevaban a engaño, un cuatro era un suspenso y un ocho era un notable. Se nos exigía, era la escuela, era la familia y era la sociedad y a pesar de todo nadie hemos quedado marcados con ningún trauma.

Hoy la escuela es un Edén, porque lo quieren los padres y lo quiere la sociedad. Se toman las cosas con tranquilidad, a veces con demasiada tranquilidad, lo que no se aprenda este curso, ya se aprenderá el que viene, que prime la vagancia y la dejadez por encima del esfuerzo y del estudio, la confianza en demasía con respecto al profesor por encima del respeto. y si hablamos de la consideración que le tienen al maestro/a las familias , ya ni os cuento. Todo nuestro trabajo siempre es cuestionado.

Ni tanto como antes, ni tan calvo como ahora.

9 comentarios:

Ligia dijo...

Los extremos son malos, no cabe duda. Pero hoy día es de vergüenza el trato de los estudiantes con los profesores, a los que no respetan, y conozco casos en que los propios padres encima van a reclamarles cuando les llaman la atención. Abrazos

K@ri.- dijo...

todo cambia, todo se transforma!...
hiciste que recuerde esos años de secundaria... es verdad hay profes que marcan algo siempre en tu vida, en tu camino y otros... que ya ni recuerdo!
viste la sociedad de los poetas muertos???.... muy buena peli, con un gran actor.!
besos

angela dijo...

Javier, yo soy una de las que ha dejado la enseñanza y, ¡mira que me gusta esplicar sociales...! ahora estoy en el mundo de la justicia...¿ quién me lo iba decir?...Antes el maestro y el prfesor eran valorados por desgracia ahora, es la caja tonta...Una pena....Cuando se quieran dar cuenta habrán estropedo varias generaciones y eso se paga fuerte...Un abrazo y ¡ánimo!.Angela

angela dijo...

Por favor Javier, me hiere los ojos ver esa falta EXPLICAR, EXPLICAR, EXPLICAR.... Tenía que haberme fijado...No me lo perdono... y tú tampoco.Angela

Anónimo dijo...

Uno de los principales problemas que existen actualmente con la infancia, a mi juicio, es la falta de límites.
La sociedad ha establecido el rol de la permisividad en exceso... "con darles todo, estarán mejor educados y criados",cuando lo esencial resulta que crezcan en hogares donde el verdadero Amor no les falte y de vez en cuando haya alguien que marque determinados límites, ayudándoles a seguir su camino con mayor seguridad.
De qué sirven las teles gigantes de plasma, los mejores videojuegos o el último modelo de juguetes o ropa, si los valores esenciales como el respeto, la tolerancia o el diálogo no se cultivan...
Luego nos sorprendemos al oir: "si te pegan, tú dale más fuerte", o..."¿que "te han" suspendido?-(y no ¿"has" suspendido?)-seguidos de... "pobrecito, tranquilo que te compraré esto o lo otro, y ya iré a hablar con ese profesor tan incompetente".
Cabe destacar que también se pueden marcar límites con Amor, tanto desde la escuela como en las familias, pero hoy en día esa palabra parece que se ha desterrado de la dinámica cotidiana y los límites asustan .
Debemos acompañar a nuestros alumnos en su proceso educativo,velando para que se establezca un desarrollo integral de sus capacidades y competencias,sin olvidar la parte más humana del asunto, pero es fundamental que las familias colaboren en ese proceso, vinculándose como deben y no descargando siempre responsabilidades que les serían propias en los maestros.
Todos (famílias, escuelas, sociedad en general...) deberíamos tener muy en cuenta que "aprender sin reflexionar es malgastar energía", así como que enseñar sin reflexionar, resulta una gran tontería.Un abrazo.

Alimontero dijo...

Querido Javier--- tanto tiempo!!
Aqui me tienes feliz de esta entrada que me hizo ir tantos años atrás.. Yo "soy niña de monjas" jajajaja...
Recuerdo a dos hermanas, monjas, que dejaron huellas en mi para siempre. La de matemáticas y Etica y la de música y sicología...
Eran monjas alemanas.

Eran otras las relaciones con los alumnos y los apoderados... y había otro nivel de exigencias.
la competitividad siempre ha existido,solo que hoy los límites se han sobrepasado, y las personas han pasado a ser estadísticas...

El colegio inglés donde estudiaron mis hijos eran muy exigentes con los alumnos, sin embargo existía una buena relación profesor alumno..quizás este era el "plus" y lo sigue siendo, porque todos han vuelto a las comidas de ex- alumnos.

Un abrazo,

Ali

Anónimo dijo...

Eso del corro me suena, llevo a mi niño a un colegio público y muchos días viene con que tiene que estudiar para el corro, el maestro es de vieja escuela, también utiliza mucho los famosos apuntes y fotocopias porque dice que los libros que llevan son una mierda (perdon). Al año que viene en el instituto veremos si hemos tenido suerte con el maestro de método antiguo o no, yo por ahora estoy encantado, pues por lo menos tiene que estudiar todos los días un rato.


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Tema anterior.

Tengo en casa un poster del Athletic de Bilbao de los campeones de copia del año 70 que robe el día anterior a que cerraran la Tasca del Ruiz, ! que terculias de futbol con Saturio, Daniel (del Athletic) y Lauren (del Madrid)!, comiendo arenques que comprabamos en la tienda de al lado.

buenos recuerdos

José María dijo...

¡Cuánta razón tienes, compañero!. No hace falta irse tan lejos en el tiempo; basta con comparar la escuela de hoy con la de hace tan solo 20 ó 25 años y se ve clara la diferencia: los alumnos han pasado del interés a la indiferencia; del trabajo personal a que se lo den todo hecho.
Y si hablamos de los papás, todavía peor; para muchos escuela es sinónimo de guardería.
Y de cómo es considerado el maestro, jajajaja; de eso, mejor ni hablar.
Un abrazo y .... ánimo; a mí ya me queda poco por aguantar.

Anónimo dijo...

ACtualmente lo que yo veo es que hemos pasado de un extremo a otro, tal vez ni la severidad y austeridad de antaño (mis tiempos también) ni la libertad de ahora que parece más un ..." bueno pues si os apetece hacer los deberes, niño, mañana iría bien que los trajéseis hechos, os parece buena idea?? " Y claro, evidentemente los niños, pues prefieren otras cosas.

No es que esté a favor de los palmetazos ni golpes con la regla en la punta de los dedos, que recibí más de uno, eso tampoco ni siquiera en broma lo aceptaría, pero un poco de mano dura en cuanto a regañinas y hacer que se respete a los demás y al profe, eso, sinceramente, eso sí que debería formar parte de la enseñanza.

Tengo varios amigos maestros, y sinceramente que tengan miedo incluso de regañar a según que alumnos porque saben que igual al salir estan esperándoles con una navaja, eso, sinceramente es una aberración y ya ni os digo de algunos ejemplos en los cuales son los padres quienes les esperan fuera junto a su coche... Sigo?