Sufres. Sufro porque sufres. Es la vida. Hoy alegría. Mañana tristeza. Ilusiones. Decepciones. Paciencia.
La herida cicatrizará. Seguro.
Esa cortina desaparecerá. Piensa. La luz del orto te iluminará.
Sopesa. Decide. Acierta.
martes, 28 de abril de 2009
Tunante
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Javier
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martes, abril 28, 2009
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Etiquetas: sufrimiento.
sábado, 25 de abril de 2009
La vida y la muerte
Leyendo una entrevista hecha a Xavier Gómez-Batiste, médico que se encarga de las unidades que ayudan a estar en paz al final de la vida, a uno se le queda el cuerpo de aquella manera. Comenta como nadie quiere ir a estas unidades, pero todo el mundo está muy contento de que haya alguien que se ocupe de cómo transcurrirán los últimos días, semanas o meses de su vida.
Su objetivo es que el enfermo pueda morir en paz. Y es que queramos o no, la muerte de cada uno comienza con la alegría de nuestro propio nacimiento. De nada nos sirve esconder ese sufrimiento, ya que nos causa más sufrimiento todavía.
Ocultamos la muerte. Pienso que cuando asistimos al entierro de alguien, todos estamos muy tristes, pero no sólo por la persona finada, sino porque dentro de ese ataúd nos vemos también a nosotros mismos, nos está recordando que tarde o temprano también pasaremos por ese trance, pero de máximos protagonistas.
Ya desde muy pequeños omitimos esta realidad, a los niños no les dejamos asistir a un funeral, y hoy en día, con lo enmascarado que tenemos el sufrimiento se les hace difícil comprender que alguien nos ha dejado para siempre.
Recuerdo como antes en los pueblos se estaba más familiarizado con el tema, veíamos como se moría los animales, yo todavía tengo en mi retina la muerte del caballo del tio Leopoldo de mi pueblo, y como, arrastrándolo lo llevaron a un cerro para que fuera festín de los buitres, de vez en cuando veíamos también ovejas, tiernos corderillos o perros. Y cuando llegaba la matanza, el cochino, que éste no se moría, lo matábamos para poder comer todo el año, y pobre si no le llegaba su San Martín, por cierto a mi me gustaba tirarle del rabo cuando lo tenían sobre el banco para sacrificarlo, su muerte era nuestra vida, era un día de fiesta que unía a la familia, allí todos ayudábamos.
No olvido, tampoco, el fallecimiento de alguno de mis abuelos, de compañeros, de otros niños, recordad que antes las familias tenían muchos hijos y rara era la que no perdía alguno de sus miembros muy jóvenes, era la sabía naturaleza la que siempre se encargaba de hacer su selección.
Como os decía estábamos familiarizados con ella, era algo rutinario.
Hoy conozco a gente que menosprecia incluso a aquellas personas que su trabajo tiene una relación directa con el tema. He visto como un enterrador tenía problemas para buscar compañero a la hora de echar la partidilla de guiñote en el bar Siglo XX, he oído como a alguien que trabajaba de ayudante de forense era “el funesto”, y así podría relataros más casos.
Os acordáis del luto, era un consuelo colectivo, cuando nos encontrábamos a alguien con una corbata negra, siempre le preguntábamos cuál era el motivo, y ese detalle le servía para que nos lo explicara y recibiera el pésame, compartía esa falta, y ese compartir para esa persona era necesario. A veces se llevaba durante años, ese color negro que te ponía la carne de gallina. Ahora el luto ha desaparecido, dicen los especialistas que no es bueno , que era un mecanismo que nos ayudaba a superar el mal trago. Ahora la muerte se escode. Tampoco soy partidario de que a veces con la muerte de una persona también moría la esposa o el esposo, de por vida. He leído que hay asociaciones que están intentando recuperar el luto, no nos extrañemos si inventan algún sistema, como un determinado pin.
Dicen los entendidos que es una parte de la vida, que es algo natural, que morimos, lógicamente, porque estamos vivos, y que la muerte es una enfermedad de trasmisión sexual.
A pesar de todo lo comentado espero que la muerte nos respete. Salud.
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sábado, abril 25, 2009
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Etiquetas: muerte, sufrimiento
viernes, 17 de abril de 2009
Tratando de formar personas
Tengo alumnos y alumnas de diferentes nacionalidades. Los hay que son de Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Brasil, Argentina, Filipinas, China, Italia, Rumanía, Marruecos o Pakistán. También hay alguno de aquí, los menos.
Desde hace unos años, con el tema de la globalización y el movimiento migratorio, se ha incrementado el número de chavales extranjeros que forman parte de nuestro sistema educativo.
Nos encontramos de todo, algunos nos enriquecen y otros nos entorpecen.
Lo que sí he notado, es que por mucho que queramos educar en determinados valores, nos es muy difícil el conseguir determinados resultados. Por ejemplo, por mucho trabajemos en la igualdad de las personas, sin discriminación ni de sexo, ni de origen, ni de raza…, si las familias no nos ayudan con su colaboración, ardua se nos presenta la faena.
Ayer, sin ir más lejos, en una de esas conversaciones informales que surgen en las entradas o salidas de las clases y hablando con una niña pakistaní que ya tiene sus 12 añitos, me quedé bastante asombrado al oír su predisposición a dar como bueno todo aquello por lo que nosotros estamos luchando cada día.
Para ella, el que las mujeres no puedan trabajar fuera de casa, es algo normal, tiene muy claro que su función en la vida será el de concebir hijos y tener la comida hecha para cuando venga ese marido que seguro no ha elegido. Y además me comenta que "en su país", por que ella a pesar de estar ya con nosotros desde hace más de tres años, sigue estando en su país, la gente se separa menos, el divorcio apenas se da. Y cuando le pregunto que qué es lo que hace una mujer cuando la deja el marido, ella, muy tranquila me responde, que qué es lo que va a hacer, pues irse otra vez con sus padres y sus hermanos.
Toqué con cuidado el tema de los velos y las caras tapadas y claro ella también tenía muy clara su visión con respecto al tema, llevan la cara tapada, porque “en su país” hay hombres muy malos que se pueden fijar en ellas y les pueden hacer daño. Lo malo es que aquí también los debe de haber.
Como veis por mucho que tratemos de educar, ya se encargan otros, incluído no sé qué libro, de hacer todo lo contrario.
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viernes, abril 17, 2009
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Etiquetas: educando
sábado, 11 de abril de 2009
Soria casi blanca
Nunca hubiera pensado que unas minivaciones como las de Semana Santa en Soria dieran para tanto. Hemos pasado calor del bueno sentados en un banco de la Dehesa. Hemos paseado sin abrigo por esa pradera de Valonsadero. Hemos recorrido parajes, como los de San Saturio, llegando al Viaducto, que por muy frecuentados, nunca pierden su encanto. Hemos sentido el cierzo en los cuatro Vientos, observando esas vistas maravillosas de Soria desde el Mirón. Ha llovido sin piedad. Me he dejado nevar adrede y hoy hace un frío que pela. Y espera que todavía nos quedan tres días…
¿Alguien da más en tan poco tiempo?
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sábado, abril 11, 2009
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Etiquetas: soria
miércoles, 8 de abril de 2009
Semana Santa
¿Religiosidad, fe, recogimiento, sentimiento, penitencia, o tradicción, rito, folklore, alegría, bullicio, descanso, vacaciones y limonada y torrijas?
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miércoles, abril 08, 2009
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Etiquetas: semana santa
domingo, 5 de abril de 2009
El caballito de Soria
Últimamente se ha puesto de moda el colocar en la trasera de los coches determinados dibujos o figuras que se identifican con algo más. Así, si vemos un toro, todos sabemos que quien conduce se siente español por encima de toda duda, si vemos un burro, estamos hablando de un catalán de pura cepa, si lleva una cabra, por lo menos es de Fuerteventura…, y así podríamos ir identificando el origen y el gusto de quien conduce, incluso hoy, que ya han desaparecido las letras identificativas en las matrículas de los vehículos.
Pues bien, cuando veáis un caballito, como el de la ilustración de arriba, se sabe que el que conduce o bien es de Soria, como yo, o bien está muy vinculado a esta tierra, como yo también.
El caballito de Soria, además de ser el símbolo que ha utilizado una famosa joyería soriana para una de sus colecciones es símbolo de la productora Numancia, la que se encarga de la serie “En tiempos revueltos”, emitida actualmente.
La primera manifestación de esta figurilla apareció en las excavaciones realizadas en la ciudad celtibérica de Numancia, que se encuentra a tan solo 7 kilómetros de Soria. Allí encontraron una fíbula, una especie de hebilla de bronce, que representaba a la deidad de Hipona, el dios celtíbero de los caballos. Además este símbolo también se encontró en numerosas vasijas y utensilios que utilizó este pueblo.
Lo llevo colocado en mi coche. Soy uno más de los que lo identificamos como algo muy nuestro. Me hace sentirme un poco más cerca de mis orígenes cuando me encuentro, que es donde vivo, por esta preciosa tierra de acogida que es Cataluña.
Cuando veáis a un coche con este distintivo, ya sabéis que puedo ser yo.
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domingo, abril 05, 2009
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Etiquetas: caballito de soria
sábado, 28 de marzo de 2009
Prediciones
Añoro tiempos pasados donde quedaba algo a la improvisación, al qué pasará ahora, al con que me encontraré.
Todo ha avanzado a un ritmo espectacular. No hace demasiados años, cuando esperabas una criatura, se vivía con la incertidumbre de si sería niño o niña, hasta que no le veías las orejas, no sabías si le tenías que poner los patucos rosas o azules, ahora, incluso puedes elegir el sexo y la cantidad antes de concevirlo. Qué aburrimiento.
Con la climatología pasa algo parecido, con tanto satélite ya casi no se equivocan con las previsiones, y por eso, este fin de semana que queríamos hacer una buena barbacoa y calçots, pues nada, a suspenderla, con lo bonito que hubiera sido empezar la faena con sol y acabarla con paraguas. Recuerdo, incluso mucho antes que Mariano Medina fuera el rey de los partes, como mi padre y otros hombres de mi pueblo predecían casi sin error el tiempo que haría al día siguiente, sólo observando el cielo y las puestas de sol. Dependiendo de si había marañas o no, se sabía si el día siguiente sería un buen día de trilla, o mirando la luna si había que proteger a los tomates del huerto de la helada que caería. Lógicamente existía el margen de error y ahí estaba la gracia. Hoy todo eso se ha roto. Qué aburrimiento.
Y no te cuento si hablamos de la programación de televisión. Era una aventura el colocarte cada noche delante de ella. Recuerdo que la primera que compraron en casa era una Fercu, en blanco y negro, para más señas. Sólo se sabía el día que ponían Estudio 1, que tanto le gustaba a mi madre. Cenando te encontrabas con sorpresas y eso que sólo había dos cadenas. Hoy con tantas, ya se sabe que nos podemos ir a la cama a las diez o tragarnos los donde estas corazón, los supervivientes de turno o lo que es peor todavía, los grandes hermanos o la noria. Soy consciente también de que si proliferan es por que tienen audiencia. A ver si alguna noche alguna cadena contraprograma y nos sorprende con una buena peli, de lo contrario, cuando miras la penúltima página del periódico de turno, ya sabes que te espera otra noche aciaga. Qué aburrimiento.
Por cierto son casi las diez de la mañana de este sábado de Abril, he mirado por la ventana y está lloviendo. Qué aburrimiento.
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sábado, marzo 28, 2009
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Etiquetas: aburrimiento, improvisación, prediciones
domingo, 15 de marzo de 2009
En chichotas
Había dormido mal. Ya llevaba meses que le costaba conciliar el sueño. Y además se despertaba cada dos por tres. Ya desde muy joven meditaba antes de dormir. Pasaba revista a lo vivido. A veces se conformaba con el día a día. A veces rebobinaba hasta el infinito. Por el escaparate de su mente iban pasado diferentes personajes y situaciones que llenaban a rebosar toda la memoria virtual de su disco duro, y claro, dormía fatal.
Pensaba en su niñez. Le parecía mentira que algo tan lejano estuviese tan próximo. Se acordaba de sus primeras idas y venidas a la escuela. Era pequeña y destartalada, pero podía revivir con todo detalle aquella habitación el el primer piso, con unas mesitas colocadas una detrás de otra. Eran pocos niños. Escribían sus primeras letras en la pizarra, con el pizarrín. Después todo cambió, en la ciudad las clases eran grandiosas. Se sentía tan rodeado de compañeros que añoraba lo pasado. Todo iba muy rápido. Los domingos casi siempre estaba de mal humor. Eran víspera del fatidíco lunes. Siempre había sido un gran problema ir al cole sin haber estudiado lo suficiente. Le preguntaban casi cada día la lección. Y recordaba ese ir y venir de sotanas. Esas tardes enclaustrado en la habitación haciendo como que estudiaba. Así todo funcionaba mejor. A veces le rondaban por la cabeza aquellos caballeros de la triste figura, que con sus insultos y prepotencia hacían que todo aquello fuera más difícil todavía. Eran los más fuertes. Eran los más cabrones. Y a quién se quejaba?. A él mismo.
Pensaba en su adolescencia. Llegó casi sin preguntar. Y casi sin despedirse se fue alejando para dejar un mar de dudas. Se acuerda de esos granos que poblaban todo su territorio. Se acuerda de esa cazadora vaquera y esos pantalones de campana. Se acuerda de sus primeras novietas. O al menos eso pensaba que eran. Luego significaban muy poco en su vida. Igual que llegaban desaparecían. Jamás hubiera pensado lo complicado que era un proyecto de mujer. Hasta que topó con una, real, de carne y hueso, y llegó a la conclusión que el entenderla era todavía más complicado. Pero como a todo te haces, se acostumbró muy rápido a esos paseos por el Soto Playa. Por la falda del Castillo. Por el Collado. Por el alto de la Dehesa. A esos bailes en la discoteca Alameda, entonces ya sonaba el "pero sigo siendo el rey" y "están clavadas dos cruces en el monte del olvido". A esos primeros contactos, a esos primero roces que electrificaban todo su ser. Le costaba separarse de ella. Había sufrido como casi todos el poder amagado que ella tenía. No sabía porqué, pero estaba a su merced. Y así le fue. Ahora se daba cuenta de todo. Había luchado contra alguien bien armada, totalmente desarmado. Era como enfrentar a alguien con armadura medieval contra alguien, desnudo, en chichotas. Él era el que estaba en chichotas. No sabía la razón pero todo aquello le gustaba. Esperaba y esperaba, mirando el reloj cada tarde, para ver cuando esa manecilla más corta marcaba las seis. Y el banco Bilbao empezaba a tomar protagonismo.
Ya ha transcurrido mucha vida. Años y años. Años y años de compartirlo todo, lo uno y lo otro. Los hijos y sus problemas. Los hijos y sus preocupaciones. Los hijos y ese vivir sin vivir. Los hijos y sus desvelos. Los hijos y su falta de… . Los hijos y sus satisfaciones.
Y hoy, después de tantos años de convivencia, de haberlo compartido todo, de haber notado juntos el paso de la apisonadora del tiempo, todavía se mira al espejo y se ve desnudo, desvalido, en chichotas, cual gurriato, recien salido del huevo. En manos, afortunadamente, de ella.
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domingo, marzo 15, 2009
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sábado, 7 de marzo de 2009
Amistades
Ya no le miro como antes. Ahora trato de evitarlo. Si no me queda más remedio, le dirijo una mirada de soslayo, con el rabillo del ojo. Antes nuestra relación era profunda. Sólo con un guiño cómplice nos entendíamos. Sabíamos todo el uno del otro. Una simple sonrisa nos delataba. Nos conocíamos tanto ya, que ese gesto, esa mueca era suficiente. No pasábamos muchos ratos juntos y eso hacía que todavía nos deseáramos más.
Desgraciadamente todo ha cambiado. Ya no le necesito tanto. Puedo pasar horas y hasta días sin mirarle a la cara directamente. Pienso que desde que he comenzado el régimen, esta jodida dieta que me está matando, ya no le necesito. Ahora me afeito, me lavo la cara y me peino sin mirarle. Creo que he perdido un amigo.
Espero recuperarlo en breve como ya he hecho con la báscula. Antes llegué hasta a odiarla. Sólo era rozarla, y la muy zorra, se ponía tan nerviosa que subía y subía sin control su coqueta agujilla roja. Estoy seguro que lo hacía por celos, por fastidiarme. Ahora ya casi hemos hecho las paces. Para que no vuelva a las andadas, de vez en cuando la acaricio y le dedico unos minutos, no cada día, que sería acostumbrarla mal. Procuro estar con ella, sin que se entere mi mujer, por lo menos una vez a la semana. Me gusta colocarme yo siempre encima, para que se sienta protagonista y no me vuelva a ser infiel.
La puedo considerar ya como una amiga casi recuperada.
La que no me perdonará nunca es la Pura. No hace mucho me la encontré por el Collado y después del saludo correspondiente y los besos de rigor no se le ocurrió otra cosa que decirme:
-¡Jolines majo, cómo te has puesto de gordo!.
Me quedé mirándole. Se quedó mirándome. Y pensé:
-¿Porqué ella es tan sincera y yo tan educado?.
Y sin pensarlo dos veces le contesté:
-Pues yo a ti te veo cada día más vieja, con más arrugas que nunca. Se ve que el tiempo no pasa en valde y está haciendo estragos. Cuídate Pura.
Y lo peor es que era verdad.
Dio media vuelta y todavía estoy esperando a que me diga adiós.
Otra amistad perdida.
Espero que ésta sea ya última.
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sábado, marzo 07, 2009
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sábado, 28 de febrero de 2009
Malos tiempos
Tiempos de incertidumbre,
tiempos de caridad,
tiempos de pensamientos,
tiempos de mucha maldad.
Somos muchos y distintos,
somos más de aquí y allá,
somos todos y ninguno,
y nos hemos de aguantar.
Difícil por trabajar,
difícil por congeniar,
difícil me lo rondáis,
difícil la vida está.
El político presume
de la palabra ignorar,
cuando está en boca de todos,
es la crisis, sin piedad.
Malos tiempos se avecinan,
y sin poderlo evitar,
por mucho que no queramos
tendremos sin compasión,
sin tardanza, ni bonanza,
el cinturón apretar.
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sábado, febrero 28, 2009
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Etiquetas: crisis
domingo, 22 de febrero de 2009
domingo, 15 de febrero de 2009
Desvelos
Soñaba que le querías,
imaginándote allí,
tu mirada y tu sonrisa
tus caricias,
tu manera de decir
ese te quiero, cariño,
ese mi amor para ti.
Cada noche al despertar,
desengañado volvía
a sentir en soledad
ese tremendo deseo
de que por fin,
sin amarle,
no volviera a dormir más.
El tiempo iba pasando,
decepcionado pensó,
que era hora de decirle
y confesarle su amor.
Le sobraba ensoñación
le faltaba desparpajo,
le sobraban años ya
para tenerla en sus brazos.
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domingo, febrero 15, 2009
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Etiquetas: amor, deseos, incomprensión
domingo, 8 de febrero de 2009
Escuela
Estudié en Escolapios. Quería que mis padres me matricularan en el Instituto Antonio Machado, "el Insti", pero no hubo manera. Eran de los que pensaban que al ser privado y de curas con sotana y fajín estaríamos más controlados, estudiaríamos más, saldríamos mejor formados y llegaríamos más lejos. La experiencia posterior me dice que en una gran mayoría de los casos no depende sólo de la escuela en sí, sino del profe que te toque.
Por entonces la escuela era competitiva, a veces demasiado competitiva, fiel reflejo de la sociedad, ahora la sociedad sigue siendo más competitiva aún, pero la escuela ha cambiado.
En la actualidad con tanta Adaptación Curricular, Atención a la Diversidad, Competencias Básicas, Práctica Reflexiva i tantos Criterios de Evaluación y Nuevas Tecnologías, la cosa si tenemos en cuenta los resultados no funciona.
Recuerdo aquellos corros que hacíamos en clase sobre todo de Lengua donde los que más rendían y los más rápidos ocupaban los primeros puestos, y no veas lo que estudíabamos los demás para no acabar de los cinco últimos, ello llevaba el quedarte castigado sin patio. Las notas al ser numéricas no te llevaban a engaño, un cuatro era un suspenso y un ocho era un notable. Se nos exigía, era la escuela, era la familia y era la sociedad y a pesar de todo nadie hemos quedado marcados con ningún trauma.
Hoy la escuela es un Edén, porque lo quieren los padres y lo quiere la sociedad. Se toman las cosas con tranquilidad, a veces con demasiada tranquilidad, lo que no se aprenda este curso, ya se aprenderá el que viene, que prime la vagancia y la dejadez por encima del esfuerzo y del estudio, la confianza en demasía con respecto al profesor por encima del respeto. y si hablamos de la consideración que le tienen al maestro/a las familias , ya ni os cuento. Todo nuestro trabajo siempre es cuestionado.
Ni tanto como antes, ni tan calvo como ahora.
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domingo, febrero 08, 2009
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domingo, 1 de febrero de 2009
Bares
No solamente cambiamos las personas, el paso del tiempo lo cambia todo, desde las grandes ciudades a ese pueblecito diminuto y perdido en lo más recóndito.
En Soria también se han producido cambios, en algunos aspectos se ha modernizado la ciudad, desde hace un año tenemos hasta líneas regulares de autobuses urbanos, en otros aspectos como en la conservación del casco antiguo también ha habido cambios pero negativos, ahora es una zona apática y destartalada.
Han evolucionado hasta los bares y las zonas de alterne. Aquí desde siempre se ha alternado mucho. Es en los bares donde nos encontramos, adulamos y criticamos, charlamos, mentimos, bebemos y nos protegemos de las inclemencias del tiempo, y es tanto lo que se visitan que las esquelas que anuncian a los que nos dejan además de en las puertas de las iglesias se colocaban también en los bares.
Recuerdo la tasca del Mandarria, que frecuentábamos los viernes por la tarde de bajada al merendero del Augusto, allí alquilábamos una barquichuela y remábamos contracorriente hasta los rápidos, más arriba de la fábrica de harinas, regresábamos con callos en las manos, recogíamos el carnet de identidad que habíamos dejado como prenda por si no devolvíamos la barca y, a la Alegría del Puente, creo recordar que era un bar regentado por el Pepe, allí podíamos deleitarnos mirando decenas de banderines de las peñas sanjuaneras, como algunos eran muy antiguos revivías sin querer andanzas de ligues impetuosos.
También nos perdíamos por el Tubo, merendábamos esas patatas bravas del Caribe, qué buenas, no las he comido tan apetitosas en mi vida, allí rodeado de barcos, piratas y bellas damas representadas en las paredes del local, enfrente la salmuerita que te ponía el Benja en el Brasil, ya en la plazoleta, nuestras raciones de sepia y champi, joer cómo manejaba la plancha el Rafa, y nuestras chácharas con el Angel el Alpargatero, en el Iruña, después se fue a la terraza del Orejas y ya no era lo mismo.
No me olvido de los ratos que pasaba sentado en el Argentino, mirando y pasando revista a la población desde sus amplias cristaleras. Ahora lo hago desde la Zeus.
Otros lugares que eran de obligada visita, el Ruiz, recuerdo que cuando ganaba el Atleti encendían una bombilla rojiblanca pintada a mano, y si lo hacía el Madrid una blanca. Allí había gresca futbolística hasta cuando estaban los camareros solos. Enfrente, en la misma calle Ferial, el Rangil, haciendo esquina, buenas jaranas estudiantiles, ¿Te acuerdas, Poche?.
Qué pena que todo sea ya recuerdo. Ah, y si queríamos unas cabecillas asadas, pues al Ventorrillo.
En la Plaza Herradores destacaba el Apolonia, lleno sobretodo los jueves con todos los que venían de los pueblos al mercado, por los boinas negras los conocíamos cariñosamente. Se repartían entre el Apolonia, el Regio y el Torcuato, a veces era tal el tapón qre se creaba con sus corrillos que no se podía ni pasar por el Collado, allí en plena calle se hablaba de cochinos, ovejas, corderillos y cabras, del precio del trigo, del nitrato y del abono, de a cuantas simientes había dado la última cosecha, en este tema siempre se mentían unos a otros, siempre había sido mala, aún cuando habían llenado a revosar sus graneros. Allí hacían también sus tratos acelerados por esos chatillos de vino peleón y cerrados siempre con un buen apretón de manos, por aquella época los notarios lo tenían crudo.
Pero si hablamos de vino, de vinillo peleón, al Lázaro, en pleno Collado, todavía está como entonces, lo único que cambia es que antes lo regentaba el padre y ahora lo regenta el hijo. Cuando voy suelo pedir un cariñena, no sé los grados que tiene pero pega, por eso se suele acompañar con unas pírricas banderillas de pepinillo con anchoa o ese jamón de mono, que no es otra cosa que una minibandeja con unos cuantos cacahueses, pero eso sí a precio de jamón serrano, a pesar de todo me gusta entrar, tiene su encanto.
Qué pena que hoy muchos sean ya recuerdo, han desaparecido y han sido sustituídos por otros locales con nombre pero anónimos, con camareros pero desatendidos, con mucha gente pero que a veces te hacen sentir solo.
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domingo, febrero 01, 2009
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miércoles, 21 de enero de 2009
El Gallarón
Soria es una ciudad pequeña. Nos conocemos todos y más si somos de generaciones próximas. A lo largo del tiempo ha habido personajes que han alcanzado una fama local ya sea por sus características físicas o por su forma de ser. Hoy me quiero ocupar del Gallarón. Es un casta, en mi tierra a estos personajes se les llama castas.
El Gallarón frecuentaba un bar que tiene el mismo nombre, subiendo del puente del río Duero por el margen derecho, un poquito más arriba que la Concatedral de San Pedro. Yo no he sido una de las personas que más haya frecuentado su garito. Recuerdo algún lunes Las Bailas el haber tomado unas cervezas a la bajada a San Polo acompañando a los del Común.
Pues bien, El Gallarón, Félix Esteban, para más señas es manco, como lo fue Cervantes. Ha llegado a tanto su popularidad que en las celebraciones familiares cuando el niño pequeño comienza a comer de aquello que le gusta alargando la mano con el tenedor, antes de que todo el mundo se haya sentado en la mesa, no es difícil de escuchar, como se lo oí a mi hermana Raquel, aquello de " David- mi sobrino se llama David- espera a que todo el mundo se siente en la mesa y comience, que te dejo como al Gallarón".
Es un personaje singular, ha sido recientemente jurado de la Cuadrilla de su barrio en las fiestas de San Juan, y no es difícil verlo pasear un día más o menos festivo ataviado con su luenga capa negra.
Estas navidades dando una vuelta por el Collado, acompañado por mi amigo el Chenel nos lo encontramos, y cuando el maestro Chenel, dirigiéndose a mí, comenta, que había sido un buen torero, a él no se le ocurrió otra contestación que decirnos " sí, estaba muy a gusto con el novillo, le estaba dando unos buenos pases pero al cambiarme de mano la muleta me cogió, desde entonces no he vuelto a torear". ¡Cómo no le iba a enganchar si era manco...!
Otro día os hablaré del pelo de Vicen Vila.
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miércoles, enero 21, 2009
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Etiquetas: castas, Gallarón, personajes
domingo, 11 de enero de 2009
Año nuevo...
Son y somos muchos los que cuando comienza una nueva etapa nos hacemos unas promesas que muchas veces incumplimos. Una cosa es pensar en lo que quiero hacer y otra muy diferente es hacerla.
Que si dejaré de ..., que si adelgazaré, que si me apuntaré a..., que si...
Después los días van pasando y no encontramos el momento.
No desesperéis, me uno a vosotros. No descarto el ponerme a dieta, pero ahora no es el momento.
Saludos y fuerza. Ya os contaré.
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domingo, enero 11, 2009
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Etiquetas: promesas
martes, 30 de diciembre de 2008
Hola
De nuevo por aquí, han pasado unos meses sin que, por unas cuestiones o por otras, haya escrito nada. La verdad es que a veces sin ninguna razón importante vas dejando el tema y cada vez se hace un poco más difícil retornar.
Os agradezco vuestros comentarios de ánimo, gracias a ellos trataré de seguir llenando con unas líneas este espacio virtual.
Ahora con la Navidad y todo lo que lleva consigo uno va cargando esas pilas que en algún momento ya parpadeaban y se estaban extinguiendo. Supongo que es cuestión de tomarse la vida de otra manera, al fin y al cabo todo sigue funcionando y no por mucho preocuparte la cosa va a ir mejor.
Por cierto os comento que soy de Soria como sabéis y no me ha tocado la lotería, es la quinta vez que he visto pasar la suerte muy cerca y es la quinta vez que me ha dado plantón, la muy jodida. Tampoco es un tema que me preocupe, pero a ver si alguna vez se acuerda de mí y de tantos otros que están también a boqueras con este tema, no penséis que al ser una ciudad y provincia pequeña nos toca a todo el mundo, ¡Ojalá Dios!, que diría mi madre.
Nos conformamos con que podamos con el año que va a entrar y con su crisis.
Suerte para todos.
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martes, diciembre 30, 2008
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viernes, 24 de octubre de 2008
Me canso de...
Me canso de :
- Hacerle siempre caso y a la misma hora a algo que llamamos despertador.
- Ver a familias tan desestructuradas que los hijos no saben como llamar ya al tercer novio de su madre.
- Tener que sonreír cuando tienes un dolor de cabeza del demonio.
- Escuchar siempre que en Soria se vive bien cuando yo tengo que estar tan lejos.
- Que haya gente que no valore tu valía.
- De que gente todavía te vaya marcando el paso.
- Algún compañero que te haga responsable de sus problemas.
- Aquellas personas que cuando te hablan, se acercan tanto a ti que su aliento te descontrola.
- Que el Numancia no gane un partido.
- Ver sufrir a la persona que tienes al lado y quieres.
- Oler a alcanfor en los cambios de estación.
- Ver como los árboles se quedan desnudos.
- No saber dónde mirar cuando subo acompañado en el ascensor...
¿Y tú, de que estás cansado/a?
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viernes, octubre 24, 2008
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Etiquetas: cansancio
sábado, 18 de octubre de 2008
Mi gran amiga
Cada sábado se levantaba nervioso. Madrugaba. En casa ya no quedaba nadie. Todos estaban en la faena. A los pocos minutos ya salía corriendo por las calles llenas de piedras del pueblecillo donde vivía. Subia al alto del Robedillo y sentado en una gran piedra esperaba. Normalmente no tardaba mucho en llegar. Era blanca, no muy grande y siempre destacaba sobre ese cielo añil. La nube casi se posaba a su lado y Andrés subía a ella como cada sábado desde hacía ya muchos meses. Se estiraba y se dejaba mecer. Enseguida se encontraba a unos metros del suelo y comenzaban a balancearse movidos por una brisilla agracedida.
Le gustaba observar su pueblo desde la altura. Desde allí veía a su abuelo que venía acarreando con su macho Bayo la mies para llevarla a la era. Cerca del nido de la cigüeña estaba su padre segando cebada, imprimía a la hoz un movimiento enérgico que ayudado por la zoqueta que llevaba en la otra mano, iba cortando y haciendo gabillitas. De vez en cuando miraba hacía la iglesia esperando a que la sombra que proyectaba una de sus paredes llegara a un rincón, sería ya la una y por tanto la hora de ir a comer.
Miró ahora a la derecha y allí en lavadero distinguió entre otras mujeres a su madre, peleándose con una sábanas zurcidas junto a una cría que era su hermana.
Cada sábado volaba y volaba. Un día se dejó llevar hasta la ciudad. Desde lo alto percibía a la gente pululando de aquí para allá, parecía que todos tenían mucha prisa. El cielo a su alrededor ya no era tan azul, había una especie de calícula que no le gustaba nada.
Otra mañana se elevaron tan alto que llegó a saludar al pastor de las estrellas.
Era feliz, el más feliz de la Tierra. Cuando acababa el viaje, la nube se acercaba de nuevo, casi rozando las alihagas y Andrés saltaba alegre al suelo. Le guiñaba el ojo como despedida y a esperar al sábado siguiente.
La semana se hizo muy larga y allí estaba de nuevo. Esperando y esperando. Su amiga la nube no vino. Se quedó triste, muy triste.
Y así un sábado y otro. Su amiga no apareció más.
Desde entonces Andrés no era el mismo, se sentía el niño más desgraciado del pueblo, le faltaba algo, le fataba su gran amiga. Cada día escrutaba el cielo, a veces le parecía verla allá en la lejanía, pero no era ella.
Una mañana cogió las pinturas y sobre un papel arrugado pintó la silueta de la nube, incluso le dio ese color tan difícil de definir, y cual fue su sorpresa que cuando alzando la vista al cielo, la encontró, allí estaba, en lo alto, quieta, mirándole, pensó que hasta le sonreía. Se dio cuenta entonces, que cuando deseas una cosa con toda la fuerza de tu corazón a veces hasta lo puedes conseguir.
Le guiñó un ojo, le devolvió la sonrisa y corrió y corrió hasta lo más alto del Robedillo.
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sábado, octubre 18, 2008
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lunes, 13 de octubre de 2008
Rutina
No hace muchos días estaba tumbado tripa arriba en Garray, al lado del Duero, desde allí se veían las ruinas de Numancia. Sus aguas eran de un color verdoso y mansamente se deslizaban río abajo para juntarse con el Tera. De pronto una culebrilla se desplazaba sobre el agua. Parecía que ni la tocaba. Una araña trepaba por mi pantalón vaquero, pero no le hacía ni caso. Miraba al cielo. Por entre las ramas de los álamos destacaba un azul clarito difícil de llevar a un lienzo. Rompían esa visión unas nubecillas blancas dándole tonalidades diferentes. La brisa me hacía sentirme muy a gusto. A veces dormitaba. De vez en cuando pensaba en algo, no sé qué, volvía a abrir los ojos y me dejaba llevar. No me molestaban los mosquitos, por esta zona a veces se suelen ver los que llamamos pínfanos, cuando te pican te hacen un buen habón, pero no llegan a la categoría de los mosquitos tigre que hay por Barcelona, en mi trabajo hay varias personas que las pobres están ya más que hartas de tanto arrascarse sus picaduras, a simple vista hasta son graciosos, los jodidos, con esas rayitas blancas y negras, pero cuando te sobrevuelan por segunda vez, todos a las trincheras.
Es una pena que todo sea ya un recuerdo, y más este año, con ese currelo diario que a veces llega a abrumarme. Parece que fue ayer, pero ya es todo un recuerdo, esos días ya se han escapao, fueron menguando y menguando hasta que desaparecieron.
Prometí entonces que cuando la monotonía diaria comenzara a aplastarme interaría revivir esos momentos, esos colores, esos lugares de mi tierra, esos pesados grillos que cada día al atardecer invadían con sus sonidos todo el entorno, intentaría revivir ese verano, esas vacaciones....
Afortunadamente ya ha pasado Septiembre, que como ya os he contado en alguna ocasión me produce un bajón en mis biorritmos hasta dejarlos casi al límite, y nada, día a día a seguir mirando para adelante, aunque la rutina sea mala cosejera.
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lunes, octubre 13, 2008
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Etiquetas: rutina
viernes, 3 de octubre de 2008
domingo, 28 de septiembre de 2008
Vea
La provincia de Soria tiene muchos pueblecitos escasos de población, entre ellos el mío, Nódalo, algo vale que desde hace unos años el alcalde se ha preocupado de que hoy esté adecentado y aunque pequeño y con pocos habitantes resulte acogedor y entrañable.
Otros pueblos no han corrido la misma suerte que Nódalo, hay muchos que se quedaron sin gente allá por los años 50 ó 60. Entre ellos se encuentra Vea, un despoblado cerca de San Pedro Manrique, pueblo famoso porque en la noche de San Juan cada año casi todos los hijos del pueblo pasan una alfombra de ascuas con sus pies desnudos, dicen que no se queman. Os recomiendo vivir en directo el evento, la noche suele ser clara, la temperatura idónea, y a eso de las 12 de la noche se echan a la espalda- a arrajones- a una joven o no tan joven del pueblo y pasan con decisión, dan unos 14 ó 15 pasos sobre esas ascuas incasdendentes y una vez conseguido se abrazan celebrándolo como se merece. Cada vez que lo presencio se me ponen los pelos de punta.
Pues bien, como os decía, Vea es uno de los despoblados de la provincia de Soria, a finales de los cincuenta se quedó sin gente y según me han contado - yo no he estado todavía allí- aún quedan en pie la iglesia, que honró a la Virgen de los Remedios, la escuela, con alguno de sus pupitres tal y como quedó en aquella época y algunas de sus casas a las que la maleza hace difícil su acceso. En una de ellas todavía puede verse el único ataúd que había entonces en el pueblo, bajaban al muerto al cementerio, lo metían en la fosa y el ataúd de nuevo al pueblo, listo para volverlo a utilizar.
Este pueblo que allá por 1845 tenía 150 habitantes hoy es un pueblo fantasma.
Son muchos los que desde San Pedro Manrique siguiendo el río Linares llegan hasta él, la mayoría son gente a la que le gusta el senderismo, pero otros lo visitan atraídos por algo extraño, algo difícil de explicar que sienten al sentarse en los poyos de algunas de la casas que aún quedan en pie.
Han sido y son muchos los que lo han visitado tratando de encontrar algo sobrenatural, relacionado con el más allá, con no sé qué. Hasta Iker Jiménez en alguno de sus programas radiofónicos de la madrugada de los fines de semana ha hablado de él.
Pues bien, mi hijo atraído por todo esto, decidió con un grupillo de amigos y amigas visitarlo este verano en el mes de Agosto.
Se perdieron y no dieron con el pueblo. Ese mismo día después de comer sonó en su móvil una melodía extraña que nunca la había oído antes, era una de esas alarmas , esos recordatorios que a veces grabamos en el teléfono haciéndolo servir como agenda. Al abrirlo encontró el siguiente mensaje:
14 de Agosto, VEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA…... .
Él jura y perjura que jamás había escrito nada parecido en su teléfono. Nos quedamos todos sin saber qué pensar.
¿Realmente fue alguien del más allá el que a través de este mensaje quiso decirnos algo?.
Hoy ,y por eso os lo cuento, cada vez que pienso en ello, siento un cosquilleo por todo mi cuerpo y por muchas vueltas que le doy no logro encontrar ninguna explicación.
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domingo, septiembre 28, 2008
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Etiquetas: mensajes del más allá, vea
sábado, 20 de septiembre de 2008
Martes con mi viejo profesor
Son muy pocos los libros que una vez leídos vuelves de nuevo a releerlos. Éste ha sido uno de ellos.
Cayó en mis manos por casualidad, su formato de libro de bolsillo, con poco más de doscientas páginas, no invitaba demasiado a la lectura, pero nada más abrirlo ya sabía que poco a poco me estaba enganchando y que me lo acabaría en un plis-plas.
Nos relata los encuentros entre un periodista, cansado ya de su profesión, y un antiguo profesor, aquejado de una enfermedad degenerativa que poco a poco le va consumiendo la vida y va haciendo que sea día a día un poco más dependiente de los demás.
Cada martes es un día especial, cada martes el periodista Mitch, recorre más de mil kilómetros para estar con su maestro, Morrie, para notar su presencia, para escucharle, para aprender de su experiencia y para disfrutar de su presencia.
Van tocando determinados temas que a priori son aquellos con los que estamos más familiarizados y aquellos de los que nos sentimos atraídos en cada momento.
Hablan del amor:
El amor es cuando te preocupas tanto de la situación de otra persona como de la tuya propia.
Lo más importante de la vida es aprender a dar amor y a dejarlo entrar.
Sin amor somos pájaros con las alas cortadas.
Abrazan las cosas materiales y esperan que éstas les devuelvan el abrazo.
De la familia:
Si no tienes el apoyo, el amor, el cariño y la dedicación que te ofrece tu familia, no tienes gran cosa.
De la vejez:
Es imposible que los viejos no envidiemos a los jóvenes. Pero la cuestión es aceptar quien eres y gozar de ello.
Tenemos miedo a la vejez, toda esa importancia que se le da a la vejez, no me la trago. Sé lo triste que es ser joven. Tienen penalidades, luchas, sentimientos de ineptitud, sensación de que la vida es desgraciada. Los jóvenes no son sabios, tienen un entendimiento muy limitado.
Si te quedaras con 22 años, serías tan ignorante como cuando tenías 22.
El que dice que le hubiera gustado volver a ser joven, en conclusión, vidas insatisfechas que no han encontrado sentido, porque si has encontrado sentido en tu vida, no quieres volver atrás, quieres ver más, hacer más.
Me encanta ser un viejo sabio cuando es adecuado ser un viejo sabio, pienso todo lo que puedo ser y tengo todos las edades, hasta la mía ¿lo entiendes?.
Del dinero:
Para nuestra sociedad: poseer cosas es bueno, poseer dinero es bueno, más bienes es bueno, comercialismo es bueno, más es bueno. Lo repetimos una y otra vez, hasta que nadie se molesta siquiera en pensar lo contrario.
No necesitas el último coche deportivo, no necesitas la casa más grande, ofrecer a los demás lo que puedes dar, no me refiero al dinero, me refiero al tiempo que aportas a los demás. Dedícate a amar a los demás, a la comunicación, dedícate a crear algo que te aporte algún sentido.
Las cosas a las que dedicas tanto tiempo, todo ese trabajo que hacer, podrían parecerte menos importantes. Podrías tener que hacer sitio a cosas más espirituales
Depositamos nuestros valores en cosas equivocadas, eso nos conduce a vidas desilusionados.
Del matrimonio:
Matrimonio, trabajo en equipo, sólo necesitan una mirada callada para comprender lo que pensaba el otro. No hay regla fija que pueda determinar el matrimonio.
No saben lo que quieren de un compañero. No saben quienes son ellos mismos, y así ¿cómo van a saber con quien se casan?.
Del perdón:
Perdónate a ti mismo y perdona a los demás.
De los hijos:
Si quieres tener experiencia de ser completamente responsable de otro ser humano y aprender a amar y establecer lazos de la manera más profunda, debes tener hijos.
No interrumpáis vuestras vidas, esta enfermedad nos habría estropeado la vida a los tres en vez de a uno.
De la muerte:
Cuando aprendes a morir, aprendes a vivir. Enfrentarte a la muerte lo cambia todo, te quitas de encima todas las tonterías y te centras en lo esencial. Si aceptas que puedes morirte en cualquier momento entonces no serías tan ambicioso como eres.
Esta cultura no te anima a pensar en ciertos temas hasta que estas a punto de morirte estamos absortos en temas egocéntricos, nuestra profesión, familia, dinero, hipotecas...Estamos muy ocupados con muchos actos pequeños que sólo sirven para salir adelante.
Todo el mundo sabe que se va a morir pero nadie se lo cree, si nos lo creyéramos haríamos las cosas de otra manera.
Nos muestra con muy pocas palabras todo aquello que nos hace no ser nosotros mismos. Con su lectura se nos llega incluso a abrir el corazón y a pensar en sentimientos que los avatares diarios se encargan de dejarlos en lo más profundo de nuestro recuerdo. Nos enseña a vivir y también a sabernos enfrentar a la muerte, que no es poco.
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sábado, septiembre 20, 2008
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Etiquetas: amor, experiencia, vejez
jueves, 11 de septiembre de 2008
Máximo
Creo que me dijo que se llamaba Máximo. Lo encontré sentado en un banco de madera, blanco, ya casi descolorido por el sol, sus patas no se asentaban bien y al movernos para cambiar de posición, bailaba.
Bastó un Hola! para entablar conversación. Máximo es un hombre pequeño, bajito, enjuto, lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, pequeños, pillines que delataban que tras ese cuerpo, ya castigado por los años, antes hubo una persona afable y dicharachera. Se ayuda para caminar de un bastón, también pequeño como él.
Cuando llegué estaba mirando unas macetas perfectamente alineadas, colocadas sobre una pared empedrada. Destacaban el rojo de los geranios y un violeta fuerte de otra planta de la que ignoro su nombre.
Máximo lleva ya bastantes años en esta residencia de ancianos, por no recordar ya ni sabe los años que tiene, - tengo que tener muchos, por lo menos ochenta y dos, aunque ya no sé ni dónde mirarlo, ya no me acuerdo ni dónde he guardado mi carnet, - comenta.
Según entramos en conversación, voy notando que necesitaba hablar con alguien, me va relatando sus cosas, sus chascarrillos. Me habla de Matamala, su pueblo, me dice que vivía solo y que alguien, tampoco recuerda quién, debió de avisar para pedir que lo trajeran aquí.
- No sé porqué, si yo en mi casa estaba tan bien.
Me habla de su juventud, de algo que le pasó hace muchos años y que hizo que su pierna derecha esté siempre recta, derecha, y nunca mejor dicho.
A veces me explica que estuvo casado con una extranjera, otras veces que no.
Me fijo detenidamente en su jersey de lana, hacía bastante calor pero llevaba su jersecillo de color verde, algo ya descolorido y salpicado de pequeños quematones producidos por esa ceniza que imaginé caía de su cigarrillo sin estar apagada del todo.
- ¿Fuma?.
- Me gusta mucho fumar. Yo con un cigarrillo en los labios soy la persona más feliz del mundo.
- Pero el tabaco no es nada bueno, - le replico.
- Y para que quiero yo vivir más, ya no sé lo que hago aquí - me respondió.
Me quedé pensativo, mirándole de soslayo. Continuó diciéndome que antes eran mejores, que te los ponías entre los labios y que si no chupabas, no se consumían, ahora, se gastan solos.
Me habló de sus marcas preferidas, recordó aquel Cuarterón que había que liar a mano, y unos cigarros te quedaban estrechitos y otros demasiado panzudos, dependía del día que tenías.
También me explicó que antes venían sus sobrinos a visitarle y le traían algún paquetillo, pero que ahora como hace mucho que no vienen, lleva ya meses sin fumar, cuanto daría yo por echar un pitillo, - me decía.
Me levanté, me acerqué al coche y del bolso de mi mujer- mi mujer aunque muy poco, fuma- cogí su cajetilla de rubio ya empezado y su mechero y se lo ofrecí.
No podéis imaginar con que brillo me miraron esos ojillos. No recuerdo si me dio las gracias, pero con esa mirada ya fue suficiente. Estaba todo dicho.
Con un ansia que no supo disimular abrió el paquete y se llevó el cigarrillo a los labios, el mechero no quería encender, quizás para darle todavía más solemnidad al instante.
Llevaba razón, los cigarros de ahora se consumen muy rápidos. No se lo apartó de los labios en todo el rato, la ceniza , como había sospechado en un principio, iba cayendo a su jersey y a sus pantalones. Cuando lo acabó, continuó con la colilla entre sus labios, al menos hasta que tuve que marchar.
No habría dado cuatro o cinco pasos y al girarme vi que ya se estaba encendiendo otro con el maldito mechero.
Me di cuenta de lo poco que cuesta hacer feliz a la gente, por eso ahora, cuando voy a la residencia de ancianos- que lo tengo que hacer a menudo- aparto tres euros en el bolsillo derecho de mi pantalón.
Cuando me ve, Máximo se acerca a saludarme, le doy los tres eurillos y poco a poco con su pierna galana y su bastón, comienza a recorrer ese kilómetro que tiene hasta el Royo, el pueblo que está al lado, a comprar su tabaco.
Se lo podría traer yo, pero prefiero contrarrestar lo nocivo del tabaco con lo saludable del que vaya a comprarlo.
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jueves, septiembre 11, 2008
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martes, 2 de septiembre de 2008
Trabajando
Ya ha pasado el verano y de nuevo al curro. Por largas que parecían las vacaciones allá por los primeros días de Julio han pasado raudas. Ya son recuerdos, bonitos recuerdos.
Como término antágonico, el trabajo, el día a día, la monotonía, los horarios fijos, la alegría del corto fin de semana, las relaciones personales con los compañeros y las sorpresitas...
De momento y a pesar de todo predomina el optimismo, a cada problema que va surgiendo se le va encontrando solución y a cada dificultad más ganas, más ganas de hacer las cosas bien.
Espero reavivar de nuevo este espacio que de alguna manera nos ha ido uniendo hasta ahora.
Saludos
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martes, septiembre 02, 2008
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Etiquetas: Trabajo
lunes, 28 de julio de 2008
Viajando
Lo hemos pasado de maravilla conociendo nuevas gentes y lugares, os lo pongo fácil, a ver si adivináis por dónde hemos andado.
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lunes, julio 28, 2008
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Etiquetas: viaje
martes, 8 de julio de 2008
Riesgo
Estamos en una sociedad en la que las contradiciones están a la orden del día. Afortunadamente se han incrementado muchísimo las inversiones que hacen las empresas para prevenir los riesgos laborales, a pesar de ello es muy difícil que no se produzcan bajas.
Paradójicamente, cuál es mi asombro al ver cada mañana el encierro de San Fermín de Pamplona-costumbre que adquirí cuando mis hijos eran pequeños-cómo hay cientos de los llamados corredores que se juegan la vida cada día delante de unos cuernos descomunales.
A día de hoy solamente ha habido lo típico, magulladuras, golpes, algún que otro pitonazo, pero ningún muerto, ojalá siga así la cosa.
Esta mañana para más inri han conectado con el hospital antes del espectáculo para ver como los profesionales se estaban preparando para atender los que serían sus víctimas a los pocos minutos.
Nuestras autoridades parece que permiten a veces lo que en otros momentos prohíben. Aquí todo está permitido, hasta que por el recorrido haya pululando gente que no ha visto un toro ni por la tele.
Y lo peor, como pasa por las fiestas de Soria , que encima de meterte donde no te llaman, si recibes una cornadita, todavía denuncias al Ayuntamiento capitalino para sacar unas perrillas por tu incosciencia.
Vivir para ver.
Como dicen por Nódalo, mi pueblo, el que no quiera polvo que no vaya a la era.
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martes, julio 08, 2008
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Etiquetas: inconguencia, peligro, riesgo, san fermín
martes, 1 de julio de 2008
Verano
Ha llegado Julio. Las vacaciones están aquí. Por una serie de razones me he perdido la Fiestas de san Juan de Soria que algún día ya haré la publicidad que se merecen. Por cierto me han dicho que ha sido un éxito. Según mi madre ha sido el año que más gente han visto por la capital. Mis hijos no me han contado mucho porque se levantaban convalecientes a eso de las dos de la tarde y cuando les llamaba por teléfono no estaban para dar muchas explicaciones. He echado de menos alguna fotillo de esas que suele hacer mi cuñado el Teba, este año se ha olvidado de todas de mi. Encima de no estar...
Ahora mi presencia será más intermitente, es difícil encontrar una red abierta de internet y al estar lejos de casa ya se sabe. No obstante de vez en cuando y siempre que pueda entraré por vuestras casas para dejaros un saludo.
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martes, julio 01, 2008
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Etiquetas: vacaciones. estiu
martes, 24 de junio de 2008
Vacaciones
Se aproximan las vacaciones. Como cada año. Afortunadamente las tengo largas, y tengo tiempo para todo. Pero según leí no hace mucho, no sé si sentirme privilegiado o no. Según el psicológo Mihaly Csikszentmihalyi-ya el apellido tiene huevos-, croata para más señas, nos recuerda en su libro Fluir(Kairós)que somos menos felices duranre el fin de semana. Según se ve, se basa en estudios y encuestas que demuestran que no sabemos lo que tenemos que hacer en nuestro tiempo libre. Pues si hay gente que tiene problemas con un fin de semana, a mí no sé que me puede pasar con dos meses largos de vacaciones.
Dice que nos sentimos desamparados, apoltronados en el sofá de casa y con una cerveza en la mano. Yo de por sí me apunto a su teoría, de si soy más o menos feliz ya os contaré en Septiembre.
Según él, rendimos a pleno funcionamiento en el trabajo diario, experimentando una felicidad profunda, como vemos es de la misma escuela que mi padre. Y yo me pregunto si no es peor el collar que el perro.
Hemos de fijar metas bien definidas y alcanzables, y yo me sigo preguntando si no es eso lo que fijo cada día cuando no tengo vacaciones. Y si además tenemos en cuenta de que estudios no sé de quien nos bombardean de que en periodo estival y vacacional es cuando más parejas se separan, no sé si este año cogeré las vacaciones.
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martes, junio 24, 2008
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Etiquetas: vacaciones
viernes, 20 de junio de 2008
Padre
Tengo un padre que no me lo merezco. Siempre ha sido un ejemplo a seguir. A veces le ha perdido su genio, pero algo ha de tener. Él siempre ha sido una persona responsable. Cuando trabajaba era, lo mismo que yo, el primero que llegaba al curro. No escatimaba minutos al sueño. Nunca le he oído criticar al jefe, y eso que motivos no le faltaban. Era feliz trabajando. Ahora ya jubilado es una persana activa. Le gusta madrugar, se levanta como las gallinas. Siempre está haciendo algo. Cuando no está podando las chaparras allá por la Sima, está sembrando judías verdes en la huerta. Me preocupa. Pronto no podrá ser tan activo. Los años, los meses y los días se irán adueñando de sus carcañales, y cada vez le costará más trabajo llegar a Vegafría. Padre, sé consciente del presente, si puedes no añores el pasado y trata de vivir el futuro. Continúas siendo el espejo donde, aunque tú no lo sepas, cada día procuro mirarme, aunque de soslayo, para no darme cuenta de que cada vez tengo más arrugas y canas, ni te cuento.
Ah, y no te olvides de esa gran persona que siempre has tenido a tu lado.
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viernes, junio 20, 2008
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sábado, 14 de junio de 2008
Incertidumbre
El sueño se resiente,
preocupa el devenir
de cargos inesperados,
de decisiones prudentes,
de sabias resoluciones
y muchos temas pendientes.
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sábado, junio 14, 2008
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Etiquetas: futuro, incertidumbre, preocupación
domingo, 8 de junio de 2008
Fragancia
La conoció sin querer. Era de noche. Era muy de noche. Hacía tiempo que no miraba el reloj. Los sábados no tenía por costumbre mirar el reloj, pero debía de ser muy tarde.
La discoteca estaba llena a rebosar. La gente se movía y se contoneaba al ritmo de la música cansina.
No había barruntado que esta noche sería una noche diferente.
A su lado oyó gritos. Era una pareja cuyos caminos a partir de este momento dejaban de ser paralelos. Se dijeron de todo y ella sola, se quedó apesadumbrada, apoyándose en la barra. Sus manos cubrían sus rubios cabellos.
Ajeno a todo aquello sintió ganas de pedir otro gintónic, un Bombay con tónica. Era su combinado preferido. Ahora ya no lo tomaba tanto. Desde que se divorció no encontraba ni el momento ni el lugar, pero esta noche era diferente. Había levantado la bandera de libre y había sacado el hacha de guerra. Buscaba cabelleras y tenía al lado una rubia inmensa, una rubia cabreada y desengañada.
No le costó mucho entablar conversación con ella. Fue fácil. Una mirada y unos gintonics hicieron el resto. Acabaron en su casa, disfrutando de una botella de tequila que tenía guardada para las grandes ocasiones.
No sabe como sucedió pero sus lenguas se entrelazaron sin piedad, devorándose como auténticos felinos, sus manos no paraban de acariciarse, sus cuerpos dejaron de pertenecerles, jadeantes buscaron el goce.
Cuando se despertó estaba sólo. No recordaba su nombre y apenas se acordaba de su rostro, de su cabello y de sus gemidos, tuvo que oler y reoler la almohada para revevir ese perfume que le hizo transportarse a esa sexta dimensión tan añorada en sus pensamientos.
Decidió no lavar nunca el almohadón, lo doblaría con mucho cuidado y lo guardaría. Las noches que se sintiera solo, que serían muchas, lo sacaría del armario, lo desdoblaría con mucho cariño y lo olería muy profundamente con miedo de que esa fragancia llegara un día a extinguirse.
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domingo, junio 08, 2008
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martes, 3 de junio de 2008
La Laguna Negra
El pasado fin de semana, los Maneles, José Mª, Carles y yo, con el permiso de las autoridades competentes, nos liamos la manta a la cabeza y nos fuimos a visitar Soria y provincia.
Visitamos entre otros parajes, la Laguna Negra,que es una laguna de origen glacial situada en los Picos de Urbión, próxima al nacimiento del río Duero.
Según ibamos subiendo los últimos kilómetros andando, las diferentes tonalidades de verdes nos iban sorprendiendo.
Ha llovido tanto las últimas semanas que la tierra ya no quiere más agua e improvisa riachuelos a izquierda y derecha del camino.
La Laguna Negra nos ofrecía este maravilloso marco natural.
La recorrimos bordeándola disfrutando de su entorno.
Los cinco magníficos no dabamos crédito a nuestros ojos.
Pero de pronto una fuerte granizada nos sorprendió.
Y muy a pesar nuestro, calados hasta los huesos emprendimos, después de comer en Vinuesa, camino al Cañón del Río Lobos. Por cierto noté de nuevo una energia indescriptible aún sin entrar en la ermita de San Bartolo.
Han sido un par de días inolvidables.
Por cierto si tenéis un ratito os pongo deberes, se trata de leer la Tierra de Alvargonzález, de Antonio Machado.
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martes, junio 03, 2008
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Etiquetas: cuchipandi, laguna negra, soria
viernes, 30 de mayo de 2008
Juventud
Juventud
Alegría
Ilusión
Irresponsabilidad
Juerga
Desarraigo
Desgana
Desorden
Trasnoche
Galvana
Resaca
Allanabarrancos
Pereza
Caos
Formación
Calle
Incertidumbre
Desasosiego
Botellón
Miedos
Dejadez
Inesperiencia
Amistad
Decepción
Broncas
Chochez
Lágrimas
Pasotismo
Amigachos
Influencias
Optimismo
Exitos y...
Fracasos
Amor y...
Desengaños
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viernes, mayo 30, 2008
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Etiquetas: juventud
lunes, 26 de mayo de 2008
Insomnio
Esta mañana me he levantado con mal genio. He dormido poco y mal. Una sarta de personajes absurdos han desfilado por las intrincadas historias de mis pesadillas. Sin pedir permiso se han colado en mi descanso. Cada vez que despertaba, como atraído por algo inexplicable, volvia sin querer a retomar ese argumento que tanto me atormentaba.
Una y otra vez nos encontrábamos. Dormito. Ahora me giro hacia el otro lado, vueltas y más vueltas. Me duelen los hombros y la cabeza me explota.
Entreabriendo los ojos me doy cuenta de que el tiempo no ha transcurrido. Vuelta a empezar. ¿Dónde lo dejé?. Lo absurdo se adueñaba nuevamente de mi voluntad y sin apenas darme cuenta me iba marcando el paso de esos interminables minutos y horas que me destrozaban.
Y así fue transcurriendo la noche, la interminable noche.
Cuando los primeros rayos del sol se colaron por las rendijas de la persiana de mi habitación, cerré los ojos aún con más fuerza. Quería resistir a incorporarme. Quería continuar en ese estado tan difícil de describir.
Al levantarme no era yo. Mi mente no había podido descansar, había hecho tantas horas extras que ahora se me había declarado en huelga, y sin mi mente despierta, mi cuerpo tampoco funciona como es debido.
Hoy en el trabajo tengo un humor de perros. Al llegar la noche, reventado, apuro los minutos, me resisto a acostarme. Quizás los invisibles fantasmas que se comian mi sueño estuvieran todavía rondando por allí.
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lunes, mayo 26, 2008
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domingo, 18 de mayo de 2008
El Numancia a primera
Hoy ha ascendido el C.D. Numancia de Soria a primera división, es la tercera vez que lo consigue desde que se fundó allá por el año 1945. Siempre ha militado en divisiones inferiores hasta la última década. En la temporada 1995-96 por culpa de la copa del Rey se hizo conocido y casi todo el mundo le cogió un afecto especial, se trataba de un modesto equipillo de fútbol que eliminó a varios de primera división, llegándole a plantar cara hasta al mismísimo Barça.
Hoy estoy que no quepo en los pantalones, estoy muy contento. Cuando alguien me pregunta que de que equipo soy y les comento que del Numancia, esperan algo más, que sea también de uno de los grandes y como ven que no soy ni del Madrid ni del Barça no lo llegan a entenderlo.
Este cariño a sus colores me viene desde muy pequeño. Con poco más de 9 años era capaz de quedarme, junto con mi hermano Jesús, hora y cuarto a las puertas del antiguo San Andrés sólo por ver los últimos cinco minutos, cuando abrían las puertas para que la gente se marchara, anda que no pasamos frío. Después fueron muchas tardes de Domingo haciendo dedo enfrente de la cárcel para ver si alguien se dignaba en llevarnos a Garray, donde jugaba. No faltaban los que lo hacían gustosamente, eran otros tiempos. Y después a buscar un chopito, de los que había rodeando el campo, para subirnos a él y poder ver el partido. No teníamos perras para la entrada.
Ha llovido mucho desde entonces. He sido socio varios años, ahora , desde la lejanía, me conformo con seguirlo cada fin de semana y siempre que puedo voy a verlo en directo a los Pajaritos. Cuando oigo ese grito de ánimo Numaaaaaaaaaaaaaaaancia, que más que de ánimo parece lastimero, todavía se me pone la carne de gallina.
Reconozco que hoy en día casi todos los jugadores de fútbol son mercenarios del dinero y apenas sienten como suyos esos colores, pero no me importa. Hasta considero que me representan y representan a esa oprimida ciudad y provincia de mis amores, tan poco conocida a nivel nacional. Si no fuera por el Numancia, por los triunfos atléticos de Antón y Cacho en su día y por las temperaturas mínimas, que siempre eran las de Soria, después cambiaron el observatorio metereleológico a un lugar más resguardado y ni eso, ni salimos en el telediario, muchos no sabrían ni siquiera que Soria existe.
Aupa Numancia.
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domingo, mayo 18, 2008
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viernes, 16 de mayo de 2008
Refranes
Sabemos que los refranes son sentencias breves, sacadas de la propia experiencia y de la sabiduría del pueblo, que se han ido transmitiendo de generación en generación.
Muchas veces un refrán o dicho popular vale más que cualquier argumentación o explicación. Es una pena que poco a poco vayan desapareciendo del lenguaje coloquial.
Os he comentado en alguna ocasión que me gusta observar y escuchar a los mayores, a esta gente soriana curtida de mil batallas que aunque muchos no han pisado una escuela tienen mucho que enseñarnos. A veces saco papel y boli y voy anotando aquellas palabras, vocablos y expresiones que utilizan ellos pero que ya es difícil oírlas fuera de estas conversaciones peculiares.
Os dejo algunos de ellos :
- Se pierden los dientes pero no simiente.
- Por bueno que sea el caballo, necesita espuelas.
- Quien de joven no trotea, de viejo galopea.
- Treinta días trae Noviembre con Abril, Junio y Septiembre, los demás treinta y uno, excepto Febrero el mocho que sólo trae veintiocho.
- Se tarda más en aparejar a un burro que en consolar a un hombre.
- Si toreas a varios novillos a la vez, alguno acabará metiéndote el cuerno por el culo.
- Ajo, ¿Por qué te has criado tan ruin?, porque no me has plantado por San Martín.
- Me dieron más palos que a un aro cuesta arriba.
- Haz ciento y yerra una, como si no hicieras ninguna.
- Te ves más atao que un gato con dos menudillos.
- Prometer, hasta el meter y una vez metido, olvidado lo prometido.
- A cama pequeña, échate en medio.
- A un burro le hacían obispo y lloraba.
- Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a viejo.
- Amor con casada, sólo de pasada.
- El que da lo que tiene antes de la muerte, merece que le den con un canto entre los dientes.
- El que no está acostumbrado a llevar bragas, las costuras le hacen llagas.
- Teta que la mano no cubre, no es teta, que es ubre.
- Mira si está la vida mala que llevo un preservativo con tres parches de bicicleta.
- A la mejor puta se le escapa un pedo. (Con perdón)
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Javier
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viernes, mayo 16, 2008
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viernes, 9 de mayo de 2008
Yayos
Todos llegaremos a viejos y si no, malo. En algún momento seguro que necesitaremos algún tipo de ayuda.
De mis cuatro abuelos sólo tuve la suerte de conocer a dos, ambos por parte de mi madre. Ninguno tuvo la necesidad de tener que ir a una residencia de ancianos. Mi abuela que cuando murió valía ya muy poquito, como diría mi madre, no lo necesitó. Mi abuelo sí que precisó la ayuda que le ofrecieron sus hijos, unos más que otros. Fueron capaces de compaginar sus faenas con su cuidado y dedicación. Mi madre que trabajaba también fuera de casa tuvo la gran suerte de poder atenderlo.
Hoy todo ha cambiado. Vivimos más deprisa. En su momento dimos y seguimos dando prioridad a determinadas formas de vida que sin darnos cuenta nos va esclavizando cada día más. Permanecemos muchas horas fuera de casa a veces por ganar un poquito más de dinero que luego gastamos en aquello de lo que podríamos prescindir. Y cuando llegue el momento de tener que prestar esa ayuda que tanto necesitarán nos encontraremos sin demasiadas posibilidades de podérsela ofrecer, por lo que nada más nos quedará el recurso de la residencia. Considero que el tener que ir a una de ellas no es ni bueno ni malo, todo depende de cómo nos lo tomemos.
Yo lo tengo más que claro. Acabaré mis días, si la propia vida me da esa oportunidad en una de ellas, pero la generación de mis padres no lo tiene tan claro. Al ser la primera con la que se están rompiendo moldes, la primera con la que no se hace como ellos hicieron, les cuesta amoldarse, hacerse a la idea y entender que a veces lo más importante al llegar a la senectud es estar bien cuidado en un lugar determinado que aguantando la cara de vinagre de cuatro nueras para las que llegas a ser un estorbo.
Por mi tierra es el negocio más boyante, todas están a rebosar de yayos y cada día se construyen más.
Ya el problema no es, como antes, el haber tenido hijos o no. Bromeo a menudo con una pareja amiga sin descendencia al comentarles que la única diferencia entre ellos y yo será que ellos irán en taxi, y a mí me llevarán mis hijos en su coche.
Hasta pronto. Nos veremos por allí.
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viernes, mayo 09, 2008
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sábado, 3 de mayo de 2008
Soria desde el castillo
Aprovechando el puente he vuelto por la ciudad. Estoy en el castillo. Tengo Soria a mis pies. Una brisilla me acaricia la mejilla izquierda y me sorprende el cantar de los pájaros que me rodean.
A pesar de la crisis inmobiliaria todavía diviso unas 18 grúas de construcción de diferentes colores. Soria se va ensanchando más por el noreste. La población dicen que no aumenta demasiado, somos unos 35.000 habitantes, pero cada vez se ha construído más. Será porque muchos de los sorianos de los pueblos tienen su vivienda en la capital, aunque no estén empadronados.
A mi derecha tengo a una familia de magrebís que están disfrutando del paisaje, hablan casi gritando, pero no les entiendo nada.
Soria es de color amarronado, desde aquí diviso sus tejados, sus claraboyas, sus calles, sus monumentos y si me fijo aún más sus gentes. Las casas se apelotonan unas junto a otras y no me dejan observar casi las calles estrechas del casco viejo de la ciudad. Veo a lo lejos la plaza Mayor con sus dos desgastados leones, la fachada del Ayuntamiento queda escondida, al igual que la campana de la Audiencia, la gente pulula por el estrecho del Collado. No aprecio desde aquí esa espléndida fuente de torrenillos que seguro está en el mostrador del Mesón Castellano. Están como para dejar ya mismo esta jodida dieta que me está matando.
Más a la derecha, en el centro, la torre homenaje del Palacio de los Condes de Gómara, el edificio más importante de construcción civil del siglo XVI y que hoy alberga los diferentes departamentos de justicia. Esta tarde no coronan sus numerosas bolas de piedra las cigüeñas.
Casas y más casas, y a la derecha del todo, la Iglesia del Mirón en lo más alto de un pequeño otero hoy muy verde. Se ve que ha llovido bastante la última semana. La abanican unos molinos de viento ubicados en una de las pequeñas sierras de la lontananza.
Debajo asoma la torre más alta de la Concatedral de San Pedro, con su claustro románico que no es tan espectacular como el de los Arcos de San Juan de Duero que se encuentran al otro lado del río.
Al fondo y como baluarte guardián, el Pico Frentes y más a la derecha la sierra de Cebollera que aún nos muestra una capa de nieve en lo más alto de su cumbre.
Soria es bella de día y de noche, como dijo Machado, pero todavía podría tener un encanto especial si los responsables de turno hubieran velado no sólo por su casco viejo, hoy totalmente deteriorado, sino también por todo su conjunto y su proyección futura.
Cierro muy fuerte los ojos porque quiero guardar en lo más profundo de mi mente esta imagen con todo detalle, para poder revivirla dentro de unas semanas cuando la gran ciudad, que es Barcelona, comience a engullirme sin piedad.
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sábado, mayo 03, 2008
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viernes, 25 de abril de 2008
Hijos
Apreciados hijos,
sólo cuatro líneas para deciros que por aquí, por vuestra casa, todo bien, unos viven mejor que otros, pero no nos podemos quejar a Dios gracias.
Aprovecho la presente para recordaos alguna cosilla, dada vuestra frágil memoria:
- Que el día del padre fue no hace muchos días.
- Que el día de la madre será en breve.
- Que vuestra casa no es un hotelillo donde todo os lo dan hecho.
- Que la ropa sucia no tiene patas y allá donde la dejáis permanece hasta que alguien, va y la recoge.
- Que en el diccionario también hay una palabra de la que desconocéis el significado, es la palabra orden.
- Que si no compráis una barra de pan, no hay pan a la hora de comer a mediodía.
- Que la ropa del tendedero, después de tres días ya está seca y hay que recogerla.
- Que si pasáis un dedo por la estantería de vuestra habitación y deja marca, es polvo.
- Que el dentífrico y los geles de ducha hay que taparlos.
- Que en la nevera hay siempre comida y ese refresco que os gusta porque alguien ha ido a comprarlo.
- Que el papel de baño no lo trae ningún perro en la boca, por muy suave que sea.
- Que ya tenéis años, entre los dos 44, para solucionar vuestros problemas.
- Que por falta de no repetir siempre lo mismo, no quedará.
- Que seguiremos insistiendo, ya que todavía no tengo la idea de ir a un programa de televisión a que me solucionen el problema, de momento.
Vuestro padre que os quiere.
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viernes, abril 25, 2008
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Etiquetas: hijos desorden
martes, 15 de abril de 2008
Torredembarra
Estoy sentado en la bocana del puerto de Torredembarra. Vengo a menudo. No sé porqué me encuentro tan a gusto aquí. La brisa marina me da en la espalda. El soniquete del agua al chocar reiteradamente contra las grandes rocas me relaja. A veces se forman grumos de espuma que van y vienen. Las aguas son muy claras. Se ven surcadas por diminutos pececillos de muchos colores que parecen perseguir al que nada más rápido. En el cielo aves volando en forma de uve, son patos y a más baja altura gaviotas. Por estos lares son pequeñas y blancas, por el puerto de Barcelona son más grandes y pardas.
A mi derecha destaca un espigado y moderno faro que al atardecer me ilumina ahora sí, ahora no... Antes la naturaleza presidía todo el acantilado, ahora al faro le acompañan casas de hasta dos alturas que dejan ver a lo lejos algunos arbolillos de lo que fue un frondoso pinar verde. También diviso alguna cuidada palmera.
A mi izquierda están pasando algunos barcos, unos pequeños y otros señoriales. Casi todos son blancos. Unos entran y otros salen. Todavía no llevan sobre sus cubiertas a las espatarradas de turno. No hace mucho calor. Ahora son tres motos naúticas las que rompem la tranquilidad.
Un poco más a la izquierda están amarrados los yates más elegantes del puerto deportivo, tres son de color azul y destacan sobre el verde del agua y el blanco del resto de las embarcaciones.
En frente están descansando los barcos y las barquillas de los pescadores. ¡Qué contraste! Aquellos que sirven para dar un paseíto puntual un fin de semana son elegantes, grandiosos, concebidos para dar una seguridad plena en el mar, con los últimos sistemas de navegación, contrastando, enfrente con esas diminutas barquichuelas de los pescadores, de los que se ganan la manduca saliendo al atardecer cada día a pescar merluzas, emperadores, salmonetes o pulpos, de poco más de tres metros de eslora, en cuanto que cabe una persona. No me las quiero imaginar lejos de la costa cuando el mar comience a enfurruñarse. Su única seguridad es un salvavidas descolorido. Se llaman María, Manuel, S José.
Que mal repartido está el mundo, el que necesita la embarcación para subsistir, diminuta y frágil; y el que la tiene para diversión grandiosa y segura.
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Javier
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martes, abril 15, 2008
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Etiquetas: barcas, pescadores, puerto, Torredembarra