viernes, 30 de mayo de 2008

Juventud


Juventud
Alegría
Ilusión
Irresponsabilidad
Juerga
Desarraigo
Desgana
Desorden
Trasnoche
Galvana
Resaca
Allanabarrancos
Pereza
Caos
Formación
Calle
Incertidumbre
Desasosiego
Botellón
Miedos
Dejadez
Inesperiencia
Amistad
Decepción
Broncas
Chochez
Lágrimas
Pasotismo
Amigachos
Influencias
Optimismo
Exitos y...
Fracasos
Amor y...
Desengaños

lunes, 26 de mayo de 2008

Insomnio


Esta mañana me he levantado con mal genio. He dormido poco y mal. Una sarta de personajes absurdos han desfilado por las intrincadas historias de mis pesadillas. Sin pedir permiso se han colado en mi descanso. Cada vez que despertaba, como atraído por algo inexplicable, volvia sin querer a retomar ese argumento que tanto me atormentaba.
Una y otra vez nos encontrábamos. Dormito. Ahora me giro hacia el otro lado, vueltas y más vueltas. Me duelen los hombros y la cabeza me explota.
Entreabriendo los ojos me doy cuenta de que el tiempo no ha transcurrido. Vuelta a empezar. ¿Dónde lo dejé?. Lo absurdo se adueñaba nuevamente de mi voluntad y sin apenas darme cuenta me iba marcando el paso de esos interminables minutos y horas que me destrozaban.
Y así fue transcurriendo la noche, la interminable noche.
Cuando los primeros rayos del sol se colaron por las rendijas de la persiana de mi habitación, cerré los ojos aún con más fuerza. Quería resistir a incorporarme. Quería continuar en ese estado tan difícil de describir.
Al levantarme no era yo. Mi mente no había podido descansar, había hecho tantas horas extras que ahora se me había declarado en huelga, y sin mi mente despierta, mi cuerpo tampoco funciona como es debido.
Hoy en el trabajo tengo un humor de perros. Al llegar la noche, reventado, apuro los minutos, me resisto a acostarme. Quizás los invisibles fantasmas que se comian mi sueño estuvieran todavía rondando por allí.

domingo, 18 de mayo de 2008

El Numancia a primera


Hoy ha ascendido el C.D. Numancia de Soria a primera división, es la tercera vez que lo consigue desde que se fundó allá por el año 1945. Siempre ha militado en divisiones inferiores hasta la última década. En la temporada 1995-96 por culpa de la copa del Rey se hizo conocido y casi todo el mundo le cogió un afecto especial, se trataba de un modesto equipillo de fútbol que eliminó a varios de primera división, llegándole a plantar cara hasta al mismísimo Barça.
Hoy estoy que no quepo en los pantalones, estoy muy contento. Cuando alguien me pregunta que de que equipo soy y les comento que del Numancia, esperan algo más, que sea también de uno de los grandes y como ven que no soy ni del Madrid ni del Barça no lo llegan a entenderlo.
Este cariño a sus colores me viene desde muy pequeño. Con poco más de 9 años era capaz de quedarme, junto con mi hermano Jesús, hora y cuarto a las puertas del antiguo San Andrés sólo por ver los últimos cinco minutos, cuando abrían las puertas para que la gente se marchara, anda que no pasamos frío. Después fueron muchas tardes de Domingo haciendo dedo enfrente de la cárcel para ver si alguien se dignaba en llevarnos a Garray, donde jugaba. No faltaban los que lo hacían gustosamente, eran otros tiempos. Y después a buscar un chopito, de los que había rodeando el campo, para subirnos a él y poder ver el partido. No teníamos perras para la entrada.

Ha llovido mucho desde entonces. He sido socio varios años, ahora , desde la lejanía, me conformo con seguirlo cada fin de semana y siempre que puedo voy a verlo en directo a los Pajaritos. Cuando oigo ese grito de ánimo Numaaaaaaaaaaaaaaaancia, que más que de ánimo parece lastimero, todavía se me pone la carne de gallina.
Reconozco que hoy en día casi todos los jugadores de fútbol son mercenarios del dinero y apenas sienten como suyos esos colores, pero no me importa. Hasta considero que me representan y representan a esa oprimida ciudad y provincia de mis amores, tan poco conocida a nivel nacional. Si no fuera por el Numancia, por los triunfos atléticos de Antón y Cacho en su día y por las temperaturas mínimas, que siempre eran las de Soria, después cambiaron el observatorio metereleológico a un lugar más resguardado y ni eso, ni salimos en el telediario, muchos no sabrían ni siquiera que Soria existe.

Aupa Numancia.

viernes, 16 de mayo de 2008

Refranes


Sabemos que los refranes son sentencias breves, sacadas de la propia experiencia y de la sabiduría del pueblo, que se han ido transmitiendo de generación en generación.
Muchas veces un refrán o dicho popular vale más que cualquier argumentación o explicación. Es una pena que poco a poco vayan desapareciendo del lenguaje coloquial.
Os he comentado en alguna ocasión que me gusta observar y escuchar a los mayores, a esta gente soriana curtida de mil batallas que aunque muchos no han pisado una escuela tienen mucho que enseñarnos. A veces saco papel y boli y voy anotando aquellas palabras, vocablos y expresiones que utilizan ellos pero que ya es difícil oírlas fuera de estas conversaciones peculiares.
Os dejo algunos de ellos :
- Se pierden los dientes pero no simiente.
- Por bueno que sea el caballo, necesita espuelas.
- Quien de joven no trotea, de viejo galopea.
- Treinta días trae Noviembre con Abril, Junio y Septiembre, los demás treinta y uno, excepto Febrero el mocho que sólo trae veintiocho.
- Se tarda más en aparejar a un burro que en consolar a un hombre.
- Si toreas a varios novillos a la vez, alguno acabará metiéndote el cuerno por el culo.
- Ajo, ¿Por qué te has criado tan ruin?, porque no me has plantado por San Martín.
- Me dieron más palos que a un aro cuesta arriba.
- Haz ciento y yerra una, como si no hicieras ninguna.
- Te ves más atao que un gato con dos menudillos.
- Prometer, hasta el meter y una vez metido, olvidado lo prometido.
- A cama pequeña, échate en medio.
- A un burro le hacían obispo y lloraba.
- Abriga bien el pellejo, si quieres llegar a viejo.
- Amor con casada, sólo de pasada.
- El que da lo que tiene antes de la muerte, merece que le den con un canto entre los dientes.
- El que no está acostumbrado a llevar bragas, las costuras le hacen llagas.
- Teta que la mano no cubre, no es teta, que es ubre.
- Mira si está la vida mala que llevo un preservativo con tres parches de bicicleta.
- A la mejor puta se le escapa un pedo. (Con perdón)

viernes, 9 de mayo de 2008

Yayos


Todos llegaremos a viejos y si no, malo. En algún momento seguro que necesitaremos algún tipo de ayuda.
De mis cuatro abuelos sólo tuve la suerte de conocer a dos, ambos por parte de mi madre. Ninguno tuvo la necesidad de tener que ir a una residencia de ancianos. Mi abuela que cuando murió valía ya muy poquito, como diría mi madre, no lo necesitó. Mi abuelo sí que precisó la ayuda que le ofrecieron sus hijos, unos más que otros. Fueron capaces de compaginar sus faenas con su cuidado y dedicación. Mi madre que trabajaba también fuera de casa tuvo la gran suerte de poder atenderlo.
Hoy todo ha cambiado. Vivimos más deprisa. En su momento dimos y seguimos dando prioridad a determinadas formas de vida que sin darnos cuenta nos va esclavizando cada día más. Permanecemos muchas horas fuera de casa a veces por ganar un poquito más de dinero que luego gastamos en aquello de lo que podríamos prescindir. Y cuando llegue el momento de tener que prestar esa ayuda que tanto necesitarán nos encontraremos sin demasiadas posibilidades de podérsela ofrecer, por lo que nada más nos quedará el recurso de la residencia. Considero que el tener que ir a una de ellas no es ni bueno ni malo, todo depende de cómo nos lo tomemos.
Yo lo tengo más que claro. Acabaré mis días, si la propia vida me da esa oportunidad en una de ellas, pero la generación de mis padres no lo tiene tan claro. Al ser la primera con la que se están rompiendo moldes, la primera con la que no se hace como ellos hicieron, les cuesta amoldarse, hacerse a la idea y entender que a veces lo más importante al llegar a la senectud es estar bien cuidado en un lugar determinado que aguantando la cara de vinagre de cuatro nueras para las que llegas a ser un estorbo.
Por mi tierra es el negocio más boyante, todas están a rebosar de yayos y cada día se construyen más.
Ya el problema no es, como antes, el haber tenido hijos o no. Bromeo a menudo con una pareja amiga sin descendencia al comentarles que la única diferencia entre ellos y yo será que ellos irán en taxi, y a mí me llevarán mis hijos en su coche.
Hasta pronto. Nos veremos por allí.

sábado, 3 de mayo de 2008

Soria desde el castillo



Aprovechando el puente he vuelto por la ciudad. Estoy en el castillo. Tengo Soria a mis pies. Una brisilla me acaricia la mejilla izquierda y me sorprende el cantar de los pájaros que me rodean.
A pesar de la crisis inmobiliaria todavía diviso unas 18 grúas de construcción de diferentes colores. Soria se va ensanchando más por el noreste. La población dicen que no aumenta demasiado, somos unos 35.000 habitantes, pero cada vez se ha construído más. Será porque muchos de los sorianos de los pueblos tienen su vivienda en la capital, aunque no estén empadronados.
A mi derecha tengo a una familia de magrebís que están disfrutando del paisaje, hablan casi gritando, pero no les entiendo nada.
Soria es de color amarronado, desde aquí diviso sus tejados, sus claraboyas, sus calles, sus monumentos y si me fijo aún más sus gentes. Las casas se apelotonan unas junto a otras y no me dejan observar casi las calles estrechas del casco viejo de la ciudad. Veo a lo lejos la plaza Mayor con sus dos desgastados leones, la fachada del Ayuntamiento queda escondida, al igual que la campana de la Audiencia, la gente pulula por el estrecho del Collado. No aprecio desde aquí esa espléndida fuente de torrenillos que seguro está en el mostrador del Mesón Castellano. Están como para dejar ya mismo esta jodida dieta que me está matando.
Más a la derecha, en el centro, la torre homenaje del Palacio de los Condes de Gómara, el edificio más importante de construcción civil del siglo XVI y que hoy alberga los diferentes departamentos de justicia. Esta tarde no coronan sus numerosas bolas de piedra las cigüeñas.
Casas y más casas, y a la derecha del todo, la Iglesia del Mirón en lo más alto de un pequeño otero hoy muy verde. Se ve que ha llovido bastante la última semana. La abanican unos molinos de viento ubicados en una de las pequeñas sierras de la lontananza.
Debajo asoma la torre más alta de la Concatedral de San Pedro, con su claustro románico que no es tan espectacular como el de los Arcos de San Juan de Duero que se encuentran al otro lado del río.
Al fondo y como baluarte guardián, el Pico Frentes y más a la derecha la sierra de Cebollera que aún nos muestra una capa de nieve en lo más alto de su cumbre.
Soria es bella de día y de noche, como dijo Machado, pero todavía podría tener un encanto especial si los responsables de turno hubieran velado no sólo por su casco viejo, hoy totalmente deteriorado, sino también por todo su conjunto y su proyección futura.
Cierro muy fuerte los ojos porque quiero guardar en lo más profundo de mi mente esta imagen con todo detalle, para poder revivirla dentro de unas semanas cuando la gran ciudad, que es Barcelona, comience a engullirme sin piedad.

viernes, 25 de abril de 2008

Hijos


Apreciados hijos,

sólo cuatro líneas para deciros que por aquí, por vuestra casa, todo bien, unos viven mejor que otros, pero no nos podemos quejar a Dios gracias.

Aprovecho la presente para recordaos alguna cosilla, dada vuestra frágil memoria:
- Que el día del padre fue no hace muchos días.
- Que el día de la madre será en breve.
- Que vuestra casa no es un hotelillo donde todo os lo dan hecho.
- Que la ropa sucia no tiene patas y allá donde la dejáis permanece hasta que alguien, va y la recoge.
- Que en el diccionario también hay una palabra de la que desconocéis el significado, es la palabra orden.
- Que si no compráis una barra de pan, no hay pan a la hora de comer a mediodía.
- Que la ropa del tendedero, después de tres días ya está seca y hay que recogerla.
- Que si pasáis un dedo por la estantería de vuestra habitación y deja marca, es polvo.
- Que el dentífrico y los geles de ducha hay que taparlos.
- Que en la nevera hay siempre comida y ese refresco que os gusta porque alguien ha ido a comprarlo.
- Que el papel de baño no lo trae ningún perro en la boca, por muy suave que sea.
- Que ya tenéis años, entre los dos 44, para solucionar vuestros problemas.
- Que por falta de no repetir siempre lo mismo, no quedará.
- Que seguiremos insistiendo, ya que todavía no tengo la idea de ir a un programa de televisión a que me solucionen el problema, de momento.

Vuestro padre que os quiere.

martes, 15 de abril de 2008

Torredembarra


Estoy sentado en la bocana del puerto de Torredembarra. Vengo a menudo. No sé porqué me encuentro tan a gusto aquí. La brisa marina me da en la espalda. El soniquete del agua al chocar reiteradamente contra las grandes rocas me relaja. A veces se forman grumos de espuma que van y vienen. Las aguas son muy claras. Se ven surcadas por diminutos pececillos de muchos colores que parecen perseguir al que nada más rápido. En el cielo aves volando en forma de uve, son patos y a más baja altura gaviotas. Por estos lares son pequeñas y blancas, por el puerto de Barcelona son más grandes y pardas.
A mi derecha destaca un espigado y moderno faro que al atardecer me ilumina ahora sí, ahora no... Antes la naturaleza presidía todo el acantilado, ahora al faro le acompañan casas de hasta dos alturas que dejan ver a lo lejos algunos arbolillos de lo que fue un frondoso pinar verde. También diviso alguna cuidada palmera.
A mi izquierda están pasando algunos barcos, unos pequeños y otros señoriales. Casi todos son blancos. Unos entran y otros salen. Todavía no llevan sobre sus cubiertas a las espatarradas de turno. No hace mucho calor. Ahora son tres motos naúticas las que rompem la tranquilidad.
Un poco más a la izquierda están amarrados los yates más elegantes del puerto deportivo, tres son de color azul y destacan sobre el verde del agua y el blanco del resto de las embarcaciones.
En frente están descansando los barcos y las barquillas de los pescadores. ¡Qué contraste! Aquellos que sirven para dar un paseíto puntual un fin de semana son elegantes, grandiosos, concebidos para dar una seguridad plena en el mar, con los últimos sistemas de navegación, contrastando, enfrente con esas diminutas barquichuelas de los pescadores, de los que se ganan la manduca saliendo al atardecer cada día a pescar merluzas, emperadores, salmonetes o pulpos, de poco más de tres metros de eslora, en cuanto que cabe una persona. No me las quiero imaginar lejos de la costa cuando el mar comience a enfurruñarse. Su única seguridad es un salvavidas descolorido. Se llaman María, Manuel, S José.
Que mal repartido está el mundo, el que necesita la embarcación para subsistir, diminuta y frágil; y el que la tiene para diversión grandiosa y segura.

viernes, 11 de abril de 2008

Primavera


Hace ya muchísimos lustros y décadas, había una aldea olvidada en medio de una frondosa vegetación, habitada por los más tiernos y exóticos animales. La aldea era diminuta, muy pequeña. En el poblado predominaban las mujeres y entre ellas, las jóvenes, casi niñas. Eran juguetonas y presumidas.
Así como las primeras luces iluminaban todo el entorno, por el camino polvoriento y seco que conformaba la única callejuela del pueblecito comenzaban a oírse gritos y risitas inocentes.
Tenían la costumbre de reunirse debajo de gran higuera. Su sombra las cobijaba y era el único testigo de todas sus diabluras. Allí hacían charquitos con el agua que traían en un botijillo de barro y pronto, como por arte de magia acudían cientos de mariposas, unas diminutas, azules, con motitas negras, otras, con colores mucho más vistosos, las había de un fuerte color amarillo chillón con redondos topitos oscuros, de un vistoso rojo que eran más inquietas que las demás, de colores entrelazados que iban cambiando sus tonalidades dependiendo del brillo del sol. Todas eran preciosas. Se posaban por todos lados, algunas las más atrevidas, incluso en los alargados dedos de las chiquillas. Una, la única de color violeta, aterrizó suavemente sobre la nariz respingona de Azucena, haciéndole unas cosquillitas que provocaron unas risitas que se oyeron en medio del grupillo, a la vez que tintileaban sus dos trenzas rubias.
Las muchachas eran las más presumidas de toda la región. Cuando las mariposas cogían confianza se dejaban acariciar sus alitas por sus finos e inocentes dedos y después con esas diminutas y brillantes partículas se frotaban cuidadosamente los párpados de sus ojos. ¡Qué belleza!, jamás había existido unas caras con ese colorido brillante que destacaba sobre su inocente tez clara. Había tantas tonalidades en sus ojos, que parecían diosas y hasta el sol se divertía haciendo que sus rayos incidieran de diferentes maneras e intensidades, participando así del momento. Mientras esos diminutos cuerpos alados continuaban revoloteando por todos los rincones.
Después, ya camino de la gran balsa, con sus cristalinas, tranquilas y verdosas aguas hacían otro descanso cortito en un pradillo verde, lleno de pirigallos, de encarnadas amapolas que destacaban cimbreándose sobre toda esa alfombra natural. Acariciaban sus delicados pétalos recibiendo ese color sonrosado en sus mejillas que las hacían únicas.

Poco a poco llegaban correteando al borde de la charca, lleno de estirados juncos mecidos por el escaso viento reinante. Ese espejito natural era testigo de su gran belleza. Hasta las ranas dejaban de croar y los renacuajos nadando muy despacio aparecían en la superficie, no querían perderse el momento.

Y así transcurrían los días, las semanas, los meses...
La primavera perpetua marcaba toda su existencia y era el testigo diario junto con esas claras aguas de la charca de esas bellezas angelicales.

Dicen, cuentan, que ahora en los pueblos y grandes ciudades, cuando llega la primavera, que por cierto, nos enteramos por el Corte Inglés, ya que no llegan ni las vistosas mariposas, ni los pirigallos, ni las viscosas ranas croando junto a ninguna charca, las mujeres, jóvenes y no tan jóvenes, en lugar de mirarse en ese espejo natural, lo hacen al caminar por las aceras en el reflejo de los cristales de las puertas y escaparates. Fijaos, cuando vayáis andando, se vuelven de reojillo, las muy pillinas, a ver su estampa reflejada y sentir como la primavera sin saber porqué también forma parte de ellas.

lunes, 7 de abril de 2008

Deseos


Os comento 5 deseos que me gustaría ver cumplidos cuando ya sea más que viejo:

- Hacer una mirada retrospectiva de mi vida y darme cuenta de que he contribuído a mejorar este mundo que me ha tocado vivir.
- Terminar viendo a mis hijos a mi lado, felices y realizados.
- Que no me faltaran los dedos de las manos para contar a mis verdaderos amigos.
- Que en ningún momento piense que no ha merecido la pena vivir.
- No haber tenido nunca la sensación de ser un estorbo.

¿Y a vosotros?

martes, 1 de abril de 2008

El pastor de las estrellas


Tiene el sueño cambiado. Cuando nosotros nos vamos a la cosquera, se despereza, coge su zurrón y esa garrocha de madera de olmo que él mismo domó y comienza su trabajo. Es el pastor de las estrellas.
Cada noche recorre el firmamento hasta que se despierta el orto, pasando esa lista interminable que conforman las estrellas que forman las diferentes constelaciones.
A veces se detiene en las plateadas praderas celestiales a echar un pitillo y conversa con ellas y sólo escuchando su tono de voz sabe como se encuentra su estado de ánimo.
Anoche se encontró con la estrella Polar, estaba triste y su destello no era tan brillante como noches anteriores. Algo le pasaba. Después del saludo cordial de todas las noches le comentó que tenía celos de la orgullosa luna, lunera, cascabelera.
La luna cuando está llena, cuando tiene ese brillo espectacular, se cree la reina del firmamento-le dijo-, hasta esa otra estrella, Orión, que brilla casi tanto como yo, ha dejado de hacerme esos arrumacos que me tenían encandilada, estoy segura que es por culpa de la luna, lunera, cascabelera-continuó-.
Joer, pensó, hasta en el cielo cósmico me encuentro con historias.

A veces son las jóvenes las que le crean más problemillas, inquietas, juguetonas, adolescentes son incapaces de permanecer brillando mucho tiempo en su lugar, en cuanto se descuida se ocultan tras las nubes, jugando al escondite. Sabe que es cosa de la edad y por eso tiene la suficiente paciencia con ellas cada noche, a veces se chiva a las demás de su escondite.
El pastor de estrellas también sabe que cada uno tenemos la nuestra, para saber cuál es, la próxima noche estrellada, túmbate boca arriba en el campo, observa el inmenso mundo que tienes ante tus ojos y cuando veas ésa que brilla de una manera especial, ésa que te está guiñando el ojo continuamente, ésa es, ponle nombre y habla con ella todas las noches que puedas, te ayudará a sentirte mejor, a ser más feliz y a entender cosas que jamás habías comprendido.

jueves, 27 de marzo de 2008

Orgullo



A quien corresponda....

El orgullo hace:
- Que percibas sensaciones donde no las haya.
- Que te sientas superior a todo el mundo.
- Que te creas ser el sol que más calienta, cuando a veces estas tapado por un inmenso nubarrón que no te deja ver más allá de tus propios intereses.
- Que te creas la perfección personificada.
- Que se rompan y frustren relaciones, incluso fraternales.
- Que seas capaz de menospreciar el cariño hacia los demás y que los demás tienen hacia ti.
- Que te creas que con el dinero lo puedes conseguir todo.
- Que los que te quieren y te rodean se sientan infelices.
- Que la impotencia y la falta de comunicación sea el pan nuestro de cada día.
- Que quieras que todos seamos esclavos tuyos.
- Que el que siembra vientos recoja tempestades.
- Que te importa poco que los que de verdad te quieren se enfaden contigo, porque dos males tienen...
- Que lo que podía haber sido un bonito e inolvidable fin de semana se haya convertido en una mierda.

lunes, 24 de marzo de 2008

San Bartolo




A raíz de un comentario de lady sisiak en la entrada anterior haciendo referencia al punto energético que se halla en la ermita de San Bartolo, os comentaré que esta ermita se encuentra a 17 km. del Burgo de Osma, enclavada dentro de un paraje singular, en el cañón del río Lobos.
Es conveniente pasear por la zona y levantar la vista, seguro que veremos a esos majestuosos buitres leonados dándonos la bienvenida, estaremos acompañados tanto a derecha como a izquierda por pinos, sabinas y robles, y al fondo del cañón, que fue declarado Parque natural en 1985, nos sorprenderán unas curiosas grutas que junto con otras que hay por la zona son el plato más apetecido de los espeleólogos.

La ermita que combina el románico y el gótico, según los entendidos fue construída allá por el S XIII en honor a San Bartolo, santo honrado por la orden del temple, ni que decir tiene que este enclave templario está rodeado de algo que lo convierte en singular. Se encuentra en el punto equidistante, medido en metros entre los límites más externos al este y al oeste de la Península Ibérica como son el cabo de Creus y el de Finisterre.

El día 24 de Agosto se celebra una romería en el lugar, allí acudí ya hace bastantes años por no tener otra cosa que hacer, curiosamente se saca en procesión a la Virgen de la Salud, que también se encuentra en la misma ermita, a la izquierda del altar mayor. Cual fue mi sorpresa al ver como casi todos los asistentes a la romería, unos descalzos y otros calzados se colocaban sobre una piedra, una losa más desgastada que las demás, de espaldas al rosetón que la ilumina y mirando a la Virgen, por no ser menos allí me coloqué después de aguantar una fila interminable y… ahora que os lo estoy contando se me está poniendo la piel de gallina, es difícil de relatar la experiencia, un cosquilleo recorrió toda mi espalda, los hombros tomaron vida por sí mismos y no veáis como se relajaron, me asistió una calma, una quietud, una tranquilidad interior, que me hizo permanecer allí unos minutos. Repetí la experiencia un par de veces más con el mismo resultado. Conté mis sensaciones a las personas que me acompañaban e intentaron repetir la vivencia, pero sin éxito, no llegaron a sentir nada especial.

Desde aquel año no falto a mi sesión , por lo menos anual, de esta carga positiva, de ese bienestar, de ese relax, de ese estado de quietud, de ese no sé qué que incluso actúa posteriormente en mí, sólo con pensarlo.

martes, 18 de marzo de 2008

Soria


Soria es una ciudad pequeña. Allá por donde pisas forma parte como de tu vida, son los mismos adoquines, las mismas baldosas que ya has pisado miles de veces, es como si fueras un poco dueño de sus almas y de su historia.

Hace ya más de 25 años que por unas razones concretas tuve que marcharme con todo el equipo, dejando a la vez casi todo, familia, amigos, alegrías, tristezas y más de media vida. La suerte que tengo es que la visito bastantes veces al año, siempre que dispongo de unos diejas tardo muy poco en buscar destino.
En Soria hasta las cañas de cerveza me saben más buenas.
Me gusta sentarme cerca de la cristalera de uno de los bares más céntricos y escudriñar con la vista a todos los paseantes de esa calle tan concurrida que es el Collado. Conozco a muchos, pero cada vez que vengo me cuesta más encontrar a esa gente que no hace demasiado tiempo, los podía considerar como amigos, se ven poco, y otros, a costa de no verlos, la relación con ellos se va perdiendo.
También me encanta mezclarme entre todos esos hombres ya de una determinada edad, que por Soria no faltan, y escuchar, y aprender, no es la primera vez que saco un papel y un boli y tomo alguna nota, son muchas de las que dispongo, no sé si algún día verán la luz.

Aquí cargo las pilas, aquí disfruto del tiempo libre, aquí me aprovecho del clima que aunque no os lo creais, es una maravilla, aquí gozo de una tranquilidad que en pocos lugares se puede encontrar, a veces llego hasta aburrirme, aquí me siento bien.

Os invito a que huyendo del mundanal ruído os acerquéis a esta tierra que aunque desconocida por muchos tiene ese encanto especial para los que la conocemos de verdad.

domingo, 9 de marzo de 2008

Conformismo


Necesito las minivacaciones que comenzaré el próximo viernes, que por cierto pasaré por Soria. No son demasiados días. Sólo 10. Alguien me considerará privilegiado pero depende con quien se me compare.
Me pregunto si somos felices con aquello que tenemos, con el dinero que ganamos, con la familia a la que pertenecemos, con las vacaciones de que disfrutamos...

Todo es muy relativo. Un amigo mío me comenta a veces que no es más feliz el que más tiene, sino el que tiene todo lo que necesita. Yo a veces le entiendo, otras veces, no.

Me vienen ahora a la memoria aquellos versos que formaban parte de La Vida es Sueño de Calderón:

Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.

¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.

El que no se conforma es porque no quiere, o como dijo el otro, el tiempo es el mejor maestro, lástima que mate a todos sus alumnos

viernes, 7 de marzo de 2008

Infidelidad


Lo tenía todo previsto. Sabía que era cuestión de poner en una balanza los pros y los contras. Sabía que la relación con su marido no duraría mucho tiempo ya si lo sacaba todo a la luz. Pero no lo haría.
Hacía ya meses que lo sabía. Había sido a través de un mensaje que recibió en su teléfono. Era anónimo y privado. Aparecía una fecha, un lugar, una hora y nada más. Parecía una cita a ciegas. No sabía lo que hacer. Un mundo de interrogantes no le dejaban vivir. Acudiría.
Llegó el día. La cita era, a última hora, por la tarde. El lugar discreto. Llegó con mucha antelación. Unas gafas oscuras cubrían sus ojos, así se sentia protegida dentro de su deportivo discretamente aparcado. A la hora prevista llegó un coche negro con los cristales tintados. Era un Mercedes conocido. Era el Mercedes de su marido. Ahora iba comprendiéndolo todo. Descendieron unas largas piernas que acababan en unos zapatos taconudos. Era rubia, joven, un tipazo, una mujerona. Sus medias de seda negra semitransparentes, su falda corta y ajustada insinuaba un cortito tanga de puntilla. La blusa apretaba unos senos refulgentes donde sus pezones desafiaban la fuerza de la gravedad. Y detrás, su marido que le triplicaba en edad.
Habían elegido para la ocasión un buen y discreto restaurante a las afueras de la ciudad.
No quiso saber nada más. Inmediatamente dedujo quien era la autora del mensaje que recibió.
Llegó a su casa, le aparcaron el coche. Comunicó al sevicio que esa noche no cenaría y se encerró en su habitación. Pensó durante un largo rato sorbiendo muy despacio un Chivas con hielo.
Sabía que la decisión ya estaba tomada. Nunca había pensado renunciar a nada, a esas noches de ópera en el Liceo, a esas amistades influyentes en la política, en las finanzas y en los negocios. A esa visión del mundo desde el último peldaño de esa escalera tan empinada y tan difícil de trepar.
Acabó su Chivas de un último y largo trago, se miró al espejo y vio reflejada en él a la otra mujer. Cogió el móbil, releyó el mensaje diciendo entre dientes -yo hubiera hecho lo mismo-, y lo eliminó.
En ese justo momento sonó el teléfono, era su marido disculpándose, por una cena de negocios llegaría muy tarde a casa.

lunes, 3 de marzo de 2008

Abrazos


No hace muchos días el las Ramblas barcelonesas me encontré con algo curioso e inusual. Había un grupo de 9 ó 10 personas, todas mujeres, jóvenes y vestidas con las mejores galas que iban dando abrazos a diestro y siniestro.
Después de la sorpresa viene el interés. Me quedé observando y vi que no se trataba de gente chalada, que por estos lares no falta, sino de personas que querían transmitir alegría, optimismo y positivismo en el día a día. Los abrazos eran intensos, sentidos pero sin más.
No faltaron los desconfiados, celosas y los que se negaron.
Después de cada abrazo gratuíto y sincero los ojos de los abrazados brillaban de una manera especial.

Esa tarde cuando llegué a casa te abracé como nunca lo había hecho antes. Tus ojos también brillaron.

martes, 26 de febrero de 2008

Domingo


Odio el domingo. Sobre todo el domingo por la tarde. Ya lo odiaba en la época de estudiante. Me remonto a hace ya, por desgracia muchos años, cuando por una cosa o por otra no llevabas aprendida la lección, preparado el examen o los deberes hechos para el lunes. Y si en alguna asignatura íbamos atavalaos era en matemáticas. No veáis la cantidad de ejercicios que teníamos que hacer. Y llegaba el lunes fatídico, hora de mates, se encargaba un compañero de ir citando nombres de cada uno de nosotros para que el cura nos preguntara. Nunca sentí más deseos de que la tierra se me tragara y a la vez de estrangularlo.

Estudié en Escolapios. En aquella época casi todos mis compañeros eran hijos de papá. Yo era sólamente hijo de padre y madre. No es que me sintiera desplazado, es que a veces ni me encontraba, rodeado de tanto progre. Mi madre nos hacía el bocata con pan de hogaza y no veáis como cantaba la hogaza delante de tanto bocadillito hecho por criada y de barrita fina.
Eran épocas de misa diaria, incluidos los domingos. El domingo en misa de 11,30 subía el padre Juan al púlpito y delante de todos los feligreses pasaba lista antes de comenzarla. Con tanto empacho de misa casi he llegado a aborrecerla. Me pierdo en ocasiones en las que no me puedo escaquear. Es como a ese niño al que obligaron a comer cada día ese puré de verduras y su madre nunca se veía satisfecha, al darle la última cucharada siempre devolvía todo lo engullido. Hoy háblale del puré de verduras.

Tengo muchos recuerdos de aquella época. Unos buenos y otros no tanto. Joer lo que ha cambiado la figura del maestro. Y así nos va.

Ahhh!!, y ahora como castigo por no ser un niño aplicado en su día, cada lunes a las nueve a la escuela....

jueves, 21 de febrero de 2008

Por una mirada....


Cada día se levanta a la misma hora. Ya es rutina. Su reloj biológico se encarga cada día de despertarla, no perdona ni lo fines de semana. La rutina se ha convertido en un hábito. Una visita rápida a la ducha y al espejo, después un desayuno expres, de pie, con prisas. Omitía incluso ese obligado beso matinal a su marido que se acaba de levantar.
Sale de casa. Su medio de transporte es el metro. Son muchas estaciones hasta llegar a su trabajo. Está acostumbrada.
Hace ya muchos días, muchos meses que las mañanas son distintas.
Fue una mañana de tantas. En el transcurso del viaje entró un hombre. Cada mañana entraban muchas personas al vagón, pero también entraba ese hombre, madurillo pero muy interesante, siempre con su cartera en la mano.
Ya el primer día se fijó en él, hubo un cruce de miradas y notó como las endorfinas, serotininas y felitelaminas se incenciaron a través de su mirada.
Cada mañana sucedía lo mismo, yo te miro, tú me miras y los dos nos miramos. Al cruzarse la vista, ésta se perdía como dos polos del mismo signo. Después eran miradillas de rehojo.
Había días que él al llegar el metro y ver que no estaba ella, esperaba el siguiente tren, pero ella no lo sabía. Otros se sentaba a su lado, ese día no se miraban, pero era un no sé qué lo que se desencadenaba en sus cuerpos que el viaje se les hacía más corto de lo normal. A veces deseaba que no terminara en toda la mañana.
Si algún día no se veían, aquello se hacía eterno y el día siempre se hacía cuesta arriba.
Y así iban pasado los dias, mañana a mañana.
Hasta su marido en alguna ocasión le había recriminado esa alegría el domingo por la noche, como si la llegada del lunes le diera vida, ese lunes que a su marido tanto le costaba arrancar.
Ella sabía que le hacía sentirse más joven, más atractiva y de otra forma. Lo curioso del tema es que nunca se habían saludado, ni siquira ese buenos días de rigor. Quizá si se lo hubieran dicho se hubiera roto esa química existente entre ellos.
Los días que no coincidían, que no eran muchos, ella, desde su interior recitaba y recitaba esos versos de Gustavo Adolfo Bécquer que aprendió en la escuela:

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.

domingo, 17 de febrero de 2008

Adelante


Y la vida sigue... Afortunadamente. Después del hoy viene el mañana. Vendrán esos atardeceres luminosos que nos dejan boquiabiertos. Me imagino que los amaneceres serán incluso más bonitos, pero hace mucho que no madrugo tanto. Mi padre sí que sabe de eso, y de escuchar los primeros trinos de lo pajarillos que se despiertan con los primeras luces, los jodidos todavía madrugan más que él.
Y como no, vendrán esos ratillos al lado de la lumbre, viendo las ascuas chisporrotear, jugando con las mostindas de ceniza al lado de esas trébedes que han sujetado miles de veces ese puchero descascarillado, ver esas llamas que consumen esa madera de carrasco que ahora sí, ahora no, alcanzan diferentes alturas, como queriéndonos hipnotizar. Me encanta mirar la lumbre jugando con las tenazas entre los dedos. Me gusta sentir su calor, sobretodo esos días fríos de invierno y dejarme envolver por ese humillo que a veces se hace en la cocina...

Hay muchas y pequeñas cosas por las que merece la pena seguir adelante.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Hasta siempre...


Estoy hecho polvo. Mal. Muy mal. Este mediodía nos han dado la noticia de la muerte de un compañero. Si ya de por sí la presencia de la muerte es dura, todavía lo es más en circustancias excepcionales, como ésta.
No llego a pensar lo que le puede pasar a una persona por la mente para ser su propio verdugo, pero es así.
Hace unos días era una persona superactiva, dicharachera, amable, un buen compañero y ante un problema más o menos latoso, todo se le viene encima. Todo se va al traste y adiós.
Hasta siempre compañero.

viernes, 8 de febrero de 2008

La tierra prometida


Vivía en una aldea de tantas que se encuentran diseminadas por la cordillera andina. Muy lejos de la ciudad. Sus abuelos, ya mayores eran los encargados de su precaria formación.
Su madre hacía ya dos años que había emigrado a España, a la tierra prometida. Una tía suya fue la culpable. Allá hay mucho trabajo, con lo que ganas en un mes puedes vivir aquí un año y no te lo gastas- le comentaba.
A los pocos meses fue su padre el que dio el salto. Ahora le tocaba a él. En la última carta, después de recoger y guardar unos billetes muy bien doblados leyó: Vendrás con nosotros dentro de veinte días, después de que el curso haya acabado. En Perú el curso escolar acaba en Enero.

Ya llevaba tres noches sin poder dormir bien. La incertidumbre lo mantenía fuera de sí, con una ansiedad constante.
Se aproximaba la fecha. Su estomago protestaba. Los nervios no le dejaban vivir.
Se despidió sin más de sus abuelos y montó en un autobús desvencijado que después de cuatro horas lo dejó en la gran ciudad. A cada momento se palpaba el bolsillo derecho del pantalón donde se había guardado algo de dinero y un billete de avión. No había viajado nunca en avión. Ni se imaginaba como un artilugio tan grande y pesado era capaz de elevarse por encima de las nubes. Él los había visto pasar por encima de su aldea dejando una reguero blanco que con el tiempo se difuminaba en el cielo.

Llegó a Barcelona. Allí estaban sus padres esperándolo. Al verlo ríos de lágrimas corrieron por sus mejillas. El abrazo fue eterno.
Una vez en ese piso compartido con otras personas comenzó a añorar su bonita y solitaria aldea. Sólo había visto muchos coches, unos enormes edificios y mucha gente. Amargados y serios como si tuvieran una inmensidad de problemas. Y para colmo, tenía que hacer cola hasta para ir al lavabo.
Su madre sólo trabajaba trece horas diarias cuidando de un señor anciano. Casi no la veía. Su padre había trabajado, levantando un gran rascacielos. Pero ahora estaba sin trabajo. Y sin paro. Era un sin papeles. Ahora como no trabajaba, bebía. Y como bebía, gastaba casi todo lo que ganaba su mujer.
La atmósfera en la familia se estaba volviendo casi irrespirable. Cada día deseaba con todas sus fuerzas quedarse más horas en la escuela a pesar de que no entendía ni a los profes ni a los compañeros. En la escuela de Barcelona se habla sin la eñe. En la escuela de Cataluña se habla y se enseña en catalán.
Y pasó lo que tenía que pasar. Una noche, después de un día muy largo llegó su padre borracho. Muy borracho. Su madre lloraba impotente.
No hay derecho- le recriminaba.
Fue de repente. Se oyó un fuerte golpe y los sollozos desaparecieron.
Él desde el fondo de la habitación y con los puños apretados maldecía una y otra vez a esta tierra de acogida que tantos problemas le estaba creando. La tierra prometida.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Musas


Llevo días intentando
un poemilla escribir,
me paso el día pensando
sin poderlo conseguir.

Muchas líneas he tachado
pienso y pienso sin cesar,
muchos temas voy tocando
pero las musas..., no están.

Si alguien las ve flotando
o vagando por el mar,
ya me podéis avisar
para poderlas llamar.

lunes, 4 de febrero de 2008

Infierno


He estado de paso por el infierno. No me llevo bien con el diablo, pero hay que tener influencias en todos los sitios. Por si acaso...
No os lo recomiendo. Está ubicado en el fondo de unos nubarrones que siempre amenazan tormenta. La oscuridad preside el día y la noche y los elegidos por sus malas obras tienen los ojos muy grandes y abiertos, pero no ven nada.
Tenía curiosidad. Curiosidad por ver quienes lo habitan.
Por allá me he encontrado a diferentes personajillos.
A ese agricultor que al recolectar las alcachofas cada vez les dejaba el rabo más largo, para que pesaran más.
A ese desgraciado cura que dejó preñada a la joven muchacha que le atendia y el muy sinvergüenza la abandonó a su suerte, como es lógico la niña que nació, que creo que se llamaba Simona, la metieron en la inclusa. Maldito cura.
También vi sufriendo a ese hombre primitivo que arrastraba de los pelos a la primitiva de turno y a muchos de los hombres que actualmente ya no se conforman con agarrarlas de los pelos, además las matan.
Por allí vagaban aquellos que iban a comprar el carbón a mi pueblo, con el trabajo y las noches durmiendo en el monte para vigilar la carbonera y a la hora de pesar los sacos con la romana los levantaban disimuladamente con el pie para que pesara menos.
No podían faltar algunos corruptos políticos, especuladores y engominados banqueros, meticonas suegras y despiadas nueras y como no, las típicas calientapollas que siempre te dejan con la miel en los labios.
En el extremo más alejado estaban todos aquellos que han matado en nombre de las distintas religiones, y anda que no había gente...
Todavía más lejos se llegaba a distinguir algunas sombras que no llegué a identificar.

sábado, 2 de febrero de 2008

Carnaval, carnaval...


Aquí estamos en la puerta del cole disfrazados de griegos. Como veis tengo unos compañeros/as que son muy enrollados.

jueves, 31 de enero de 2008

Te lo mereces


Me ha dicho un pajarito que cumples años, la verdad es que ni se te notan, estás hecha una chavala.
También me han comentado que después de tantos años sigues casada con el mismo, seguro que se merece un momumento.

Muchas felicidades.

lunes, 28 de enero de 2008

Acciones positivas


Viajar
conocer
comprender
compartir
acariciar
deleitar
disfrutar
gozar
amar
sentir
y
vivir.

Seguro que tú conoces muchas más...

jueves, 24 de enero de 2008

Yurián


Yurián había nacido en Cuba. Hay muchas cosas que en la vida no se pueden elegir y algunas de ellas son el lugar donde naces y tu nombre.
Su tez era oscura, como la de muchos cubanos. Era joven. No había cumplido todavía los 18 y conocía muy pocos lugares más que su propio pueblo. Recuerda que una vez fue a la Habana, con su padre, montado en un camión desvencijado por esa carretera llena de baches, seguía recordando su olor. La Habana huele de manera especial, indescriptible, entre petróleo y salitre. Al principio te molesta, después te acabas acostumbrando. También recordaba como sus compatriotas se hacinaban en los camellos, esa especie de camiones que se utilizan como transporte público, los turistas no, siempre viajan o en taxi o en autobuses con su buen aire acondicionado, si hace falta. Y recordaba poco más. Hacía ya de eso más de cinco años.
Su vida era rutinaria. Cada día después de levantarse recorría esas dos calles sin asfaltar que le conducían a su currelo, una fábrica de tabaco. Era la única que había en la localidad y allí elaboraban esos puros habanos que dicen que son tan buenos y tan caros, con lo que se paga por uno de ellos él tendría para comer varios días.
Hoy no estaba de muy buen humor, había dormido poco y mal y al llegar a la fábrica sabía que le esperaba una jornada dura, muy dura. Allí estaba su sitio, una especie de pupitre. Ya le habían distribuido las hojas, muy finas y con ese aroma especial. Cada puro lo hacía ya de forma mecánica, por aquí junto, por allí enrollo y al final corto. Era lo más parecido a una máquina, pero humana.
Aquella mañana el lector, esa persona de más edad, con sus gafas caídas sobre la nariz, les leía en voz alta un periódico. Creo que hoy era el Granma. Mañana le tocaría el turno a Juventud Rebelde o a cualquier novela. El silencio lo presidia todo y su voz resalataba pausadamente en toda la estacia.
A media mañana llegó un autobús de turistas. Cada día llegaba a la misma hora. Cada día eran personas diferentes, que con cara de asombro venían a visitar la fábrica. Iban camino de Pinar del Río, la zona oeste de la isla donde se puede disfrutar de unos paisajes irrepetibles.
Todos les sonreían, y continuaban con su trabajo. Les habían dicho que a los turistas había que sonreírles y ponerles cara de satisfación y alegría. Estaba harto. Cada día lo mismo. Al levantar la vista, en la pared de enfrente con letras rojas y con reborde negro leía la misma frase una y otra vez: Traigo en el corazón la doctrina del maestro. Seguimos en combate. En el fondo, en una pared que se empezaba a desconchar, Vivimos con tu ejemplo, al lado de una ilustración del Che.

Cuando la monotonía se adueñaba de él trataba de imaginar a dónde y quién se fumaría esos purillos que él elaboraba. Su imaginación no tenía los suficientes recursos. Para él el mundo era aquello.
Acabó su larga jornada de curro. No cenó mucho. No había mucho que cenar. Se fue a la cosquera y soñó. Por primera vez vio como uno de sus puros, un Montecristo, se lo estaba fumando un señor gordo, con bigote. Daba fuertes caladas y dejaba escapar unas volutas de humo por toda la estancia. Llevaba camisa de manga corta con una corbata de colores chillones. Hablaba por teléfono con alguien. No entendía muy bien lo que decía. Tenía los pies recostados sobre la mesa y a su lado un gran fajo de billetes de color indefinido. Mucho dinero. Muchísimo. En ese momento se despertó y recordó otra frase de José Martí, escrita en otra de las paredes de la fábrica, Si se nace pobre, si se es honrado, no habrá tiempo para ser rico. Ni siquiera pensó en su significado, se dio media vuelta y volvió a dormirse.

jueves, 17 de enero de 2008

Encrucijada


Quién me iba a decir a mí a estas alturas que me iba a encontrar ante la disyuntiva de una importante decisión. Me encuentro en la bifurcación de dos caminos y he de tomar uno de ellos, a la fuerza.
Uno, es un rompepiernas, mal terreno, a veces lleno de baches, me encontraré con algún que otro cardo borriquero que incrementará más si cabe la dificultad. Tendré que estar en perfecto estado de revista sobre todo desde el punto de vista psicológico y tener una muy buena mano izquierda.
Aún con todo lo considero interesante y como un gran reto personal.
El otro, muy distinto al anterior, más de lo mismo, más de la rutina diaria y punto.
Como diría aquél, lo tengo jodidillo.
¿Qué camino elijo?.
Admito consejos.

miércoles, 16 de enero de 2008

Felicidades


77 felicidades patrón, no vas a ser menos tú que el rey.
No te crees ya muchas obligaciones, sólo las justas y vive el día a día. Mira la vida en plan positivo y sonríe, que sonríes poco, ya te estás pareciendo a mí.
Un beso y adelante que todavía tienes muchos que cumplir.

viernes, 11 de enero de 2008

SOÑANDO


Hoy he soñado contigo. No te esperaba. Ha sido una bonita sorpresa. De pronto apareciste como por arte de magia en mi cama. Tu sensualidad transpiraba por todos los poros de tu piel. Sonreías. Me mirabas con unos ojillos inquietos. No parecías la misma. Me abrazaste. Nos abrazamos. Al contacto con tu piel un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¡Qué sensaciones!. ¡Qué momento!.
Comencé a acariciarte la espalda, que es lo que más te gusta, y poco a poco tu movimiento me iba indicando la dirección de mis dedos. Hasta que llegaron a tus prietos muslos. Me dijiste algo al oído. Todo se desvaneció. El tiempo se detuvo y el goce presidió el momento. Disfrutamos como nunca.
Al despertarme extendí mi brazo pero ya no estabas. Maldito despertar.
Hoy cuando te vea te sonreiré aunque tú, nunca sabrás el porqué.

lunes, 7 de enero de 2008

NIEBLA


Nódalo está más solitario que nunca. Sólo he visto de lejos a una persona. Mayor. Bastante mayor. Las gotillas diminutas me van calando. Escupe la niebla como queriéndome echar de sus dominios. Las paredes de las casas mojadas sujetan unos tejados goteantes. El tiempo parece ausente. Allá ha volado un pajarillo. Hay vida. Se ven los chopos desnudos al lado de la carretera. En lo alto de uno de ellos veo un nido, desamparado y sin esas hojas verdes que lo ocultaban y eran su jardín. La fuente también me da la bienvenida y deja manar un chorrillo de trasparente agua.
A la lontananza no se ve mucho, sólo las primeras chaparras que componen ese amplio y vasto monte, empezando por la Sima y acabando por el alto el Lomo.
Veo una jauría de gatos hambrientos, estos si cazan ratones, como los de los cuentos. Y poco más.
Saliendo por la Mata, lo dejo a mis esapaldas, lo añoraré. Pero dentro de tres meses cuando los tambores empiecen a repicar y los nazarenos hagan acto de presencia, volveré. Hasta pronto.

sábado, 5 de enero de 2008

Todo llega y todo pasa...


En esta vida me siento privigilegiado en muchos aspectos. Uno de ellos son las vacaciones que de tanto en tanto vamos disfrutando. Pero como todo lo bueno, también éstas de Navidad se van agotando.
Cuando siento el aliento de los camellos de sus majestades me va cambiando el semblante. Por cierto, eso de los Reyes Magos los de antes, esperando un regalo durante todo un año y encima a veces se equivocaban, traían lo que les venía bien, no lo que les habías pedido. Como rabieta me dan ganas de comentarles a todos los niños que eso de los Reyes Magos es un cuento chino y que el que más se aprovecha de todo ello es el Corte Inglés, si no que se lo pregunten a la Visa de sus padres. Luchemos un poquito todos contra este consumismo que no nos deja vivir.¡Será por ilusiones!!

miércoles, 2 de enero de 2008

NEVANDO


Desde la ventana llamaba la atención esa cortinilla blanca que caía pausadamente. Hacía más de un año que la nieve y yo no habíamos coincidido.
Una vez en la calle los copillos primero y los copazos después empezaban a cubrir el suelo. Todo se había convertido en un felpudo blanco. Se notaban quienes viven habitualmente en Soria y quienes estamos pasando unos días, ellos con los paragüas, nosotros erguidos y con el pecho lata, desafiando y disfrutando del momento. Me he dejado nevar, esos algodones blancos se descolgaban poco a poco, muy lentamente, y se iban a posar por todos los sitios. Hasta uno tuvo el atrevimiento de hacerlo en mi nariz. Le he dejado disfrutar. En el pelo no se me notaban, siempre lo llevo nevado. La dehesa estaba preciosa. Después ha regalado y hasta el sol ha tenido la osadía de aparecer.

martes, 18 de diciembre de 2007

Cuento de Navidad


A su marido le gustaba jugar a la lotería de Navidad. En toda su vida no le había tocado nada más que alguna pedrea. Su número preferido era el cinco. Vicios no tenía muchos, pero eso de la lotería de Navidad... . Uno más de los que pensaba que era la lotería del miedo.. -y si toca- se preguntaba. Y si toca en esa tienda donde cada día compraba ese pan tan bueno de Almenar o en ese bar donde algunos días tomaba su descafeínado con leche de máquina. Si les hubiera tocado a otros, todos conocidos y a él no, no sé si se lo hubiera perdonado nunca.
Este año no ha podido comprarla. Murió en Marzo. Fue un jodido infarto. Era de los que pensaba que eso de los infartos, igual que los accidentes de tráfico siempre les pasaba a los demás.
Ella al levantarse había pensado en su marido, cada día al levantarse lo echaba de menos, y después todo el día. Habían sido más de cincuenta años compartiéndolo todo.
Salió de casa, como cada día. Llovía, el viento hacía que la dirección de la lluvia burlara su paraguas y las gotillas de agua como perdigones repiquetearan en los cristales de los coches que estaban aparcados a su paso.
Llegó al centro de la pequeña ciudad. Casi se conocían todos. Le llamó la atención la decoración navideña que el Ayuntamiento capitalino socialista había colocado en las calles más concurridas. Eran trenes iluminados llenos de regalos los que al atarceder nos recordaban de que estábamos próximos a la Navidad. Gran paradoja- pensó-. Ésta es una ciudad de la que la Renfe hace ya muchos años que se olvidó. Sólo Hay una línea férrea que hace el trayecto hasta Madrid, una vez diaria, con máquinas lentas, de gasoil y ahora es el tren el que se siente protagonista de las fiestas navideñas haciendo que los regalos lleguen a la city. Pobres habitantes, pobre ciudad, pobre Ayuntamiento y pobres trenes. Si los regalos tienen que venir en ellos-pensaba-lo tenemos claro.
Al llegar a la administración de lotería nº 3, se acordó de sus cuatro hijos. Sólo dos vivían aquí, los otros dos tuvieron que explorar nuevos horizontes, al ser una ciudad pequeña todo estaba limitado, hasta el trabajo. Pensó en ellos, pensó que si le tocaba un pellizquillo lo repartiría entre los cuatro y sus familias. Venían por Navidad. Cada vez le costaba más juntarlos. Cuanto más gatos más ratones.
Compró el décimo. Acababa en cinco. Lo compró a propósito, y al guardarlo en su monedero pensó de nuevo en su marido y en sus hijos. Si tocaba esperaría hasta el día de Noche buena. Después de la cena, cuando el cava burbujeara en sus copas y la alegría presidiera la reunión, les daría la sorpresa.
Era su sueño. Muy mayor para cofíar en los sueños. Pero a veces los sueños se hacen realidad. Tocó un premio secundario. No fue mucho dinero pero estaba convencida que les haría mucha ilusión.
Faltaban dos días para que todos se reunieran. Al levantarse, después de acordarse de su marido abría el monedero y miraba el décimo de la ilusión. Seguro que estas perrillas servirán para unirlos un poco más, para brindar y para sentirnos todos un poco más felices.
Llegó la noche, esa noche que no sé por qué todo el mundo en esa fría y pequeña ciudad le da una importancia extraña. "A pasar buena noche" se repiten una y otra vez, como si sólo esa noche se hubiera de pasar bien.
La velada no fue mal. Estuvo toda la tarde preparando con ilusión esas viandas pensando en todos ellos. Antes se había guardado el décimo premiado en el bolsillo de su bata. Al llegar el momento se lo mostraría y sorpresa, sorpresa... .
Y llegó el momento. Pero antes de que pudiera decir nada, fue su hijo mayor el que levantádose dijo querer decir algo en nombre del resto.
Mamá-exclamó-te vas haciendo mayor, cada vez necesitas más cuidados y hemos pensado todos que donde mejor estarías es una residencia.
No dijo nada, se metió la mano en el bolsillo de la bata y con toda la fuerza de su corazón arrugó sin piedad ese ilusionante décimo de lotería.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Un poco de lectura


Sigo interesado por la obra la de Marta Rivera de la Cruz. Después de haber leído dos de sus novelas, "En tiempo de prodigios" y Linus Daff, no sé si recordaréis que me comprometí a leer "Que veinte años no es nada", acabo de terminar su lectura. Me ha enganchado más al final que al principio, está llena de de esos personajes que salen de su pluma, como se diría antes, cada uno con su pasado y con su historia, algunos de ellos interesantes de verdad. Me ha llamado la atención de que en sus novelas haya tantos elementos que les dan una continuídad de autor, esos personajes a los que les hace aparecer reiterativamente, como por arte de magia, en algunas de sus novelas, ese pueblo en el que pasa de todo, admiro tu capacidad de relatar y sacar partido de un lugar con un ambiente determinado y esos personajes que aunque a veces parecen de ciencia fición no dejan de tener un lugar en ese argumento. Por cierto seguro que muchos de sus lectores hemos pensado en el otro final que podía haber tenido su novela.

Siendo sincero comentaré que me ha costado leerlo, no porque no sea atractivo el relato, sino por la presentación que hace de él la editorial Algaida, todo como muy preto, demasiado denso que a veces complica ese afán por continuar leyendo.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Sólo una vez


Dicen que hay algunas cosas que nunca se pueden recuperar, se me ocurren siete:

1. Una palabra..., después de haberla dicho.
2. El presente..., si es que existe.
3. Una piedra..., después de haberla lanzado al mar.
4. Una favorable ocasión..., después de no haberla aprovechado.
5. Esa sonrisa inocente..., después de que te visita la malicia.
6. El primer beso..., aunque ya no te acuerdes a quien se lo diste.
7. Ese brillo en los ojillos..., después de que ya no te quieren.

Seguro que vosotros conocéis algunas más.

martes, 11 de diciembre de 2007

Rogelio


Aquella noche hacía mucho frío. Diciembre es un mes en el que las temperaturas altas están de baja. El viento zurría por todos los rincones amontonando las hojas caídas de los árboles. Rogelio tiritaba. Los cartones que lo cubrían dejaban partes de su cuerpo a la interperie. El lugar no era el más apacible. Era un rinconcito poco transitado, allá debajo de unos porches. Antes había tenido otros hogares. De aquel cajero automático lo echaron hace ya muchos meses. Después estuvo en un rinconcillo, al lado de una persiana que cerraba a cal y canto un local en el que de día se trabajaba. Aquél no era mal sitio. Estaba guarnecido, hasta que llegó una noche y lo encontró todo lleno de Zotal. A cambiar de casa tocan. Y la había encontrado, no era la mejor, pero estaba a cubierto.
La mente se le nublaba cada noche. El vinillo peleón continuaba haciendo sus estragos. Él lo notaba, pero qué mas le daba. De algo hay que morir -se decía cada día-.
Todavía recordaba sus mejores años, aunque cada vez con más dificultad. Eran tiempos mejores. Iba y venía cada día a su trabajo. Su mujer y sus dos hijos le esperaban cada tarde. Formaba parte de una familia de tantas. No era ninguna familia del otro jueves pero llegaban a fin de mes. Hasta que llegó el día... . Fue hace bastantes años. Un día al llegar de la faena, cansado, se encontró con que todo había cambiado. Su mujer, su parienta, estaba sobre la alfombra, tumbada, sin sentido, sin aliento, sin respiración, sin vida.
Desde entonces todo cambió, su mente se oscureció. No sabía porqué, pero se le olvidó el camino que le llevaba a aquella monótona fábrica. Se olvidó de sus dos hijos y se olvidó de sí mismo.
Ha pasado mucho tiempo. Hace tres oscuras y gélidas noches que un guardia urbano se acercó a su improvisado catre, oiga - le dijo- suba al coche, hace una noche de perros, le llevaremos a un lugar donde podrá pasar estas noches tan cruentas. Rogelio no respondió, pensó en sí mismo, en esa libertad que le mataba, en ese no depender nada más que de un cubo de basura o de unas pocas monedas que una abuela caritativa le daba cada vez que lo veía. No tenía para mucho, sólo para un bocadillo diario y unos cartones de Don Simón.
Pero esta noche hacía mucho frío. Y Rogelio ya no quiso tiritar. Su mente se dejó llevar por el infinito. Pasaron las horas y el orto hizo timidamente su presencia. Transitaron a su lado varias personas, incluso dos señoras paseando a sus perritos que comentaban que no podían entender como había gente que no sentía cariño por los animales- no son personas ni son nada nada- comentaban. Una de ellas tuvo que darle un tirón a la correa de su perro para que el animal no se meara en la pernera del pantalón de Rogelio; ya había levantado su patita.
A eso del medio día alguien trató de despertarlo dándole una patadita en la pierna. Rogelio no quiso ya moverse. No se esforzó en conestarle. Estaba muerto.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Soria



Me vais a permitir que os recomiende un lugar para pasar unos diejas, ya sea durante este puente o en las próximas fiestas de Navidad. No os creáis del todo lo del frío. Mirad el vídeo y escuchad a Serrat, merece la pena. Como habéis podido deducir se trata de Soria.

martes, 4 de diciembre de 2007

De cenita


Como ya se aproximan las fiestas nadalencas se aprovecha para hacer la cenita pertinente. Ya podéis imaginar que el ambiente con tanta juventud fue una maravilla.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Adivinanza

Una pregunta muy fácil
sabiéndola contestar,
¿qué planta se riega justo,
cuando la van a cortar?

viernes, 30 de noviembre de 2007

Cinco cosas más que tampoco sabíais de mí.


6. Me identifico completamente con aquello que dijo el poeta:"cualquiera tiempo pasado fue mejor".

7. Me sobran bastantes dedos de las manos para contar a mis verdaderos amigos. Amistades, muchas.

8. Soy de los que siempre buscan "los tres pies al gato".

9. Nadie me ha decepcionado tanto como alguien que siempre se me presenta como una corderita escondiendo la piel de lobo que la recubre.

10. Procuro mantener relaciones directas con Dios. Los intermediarios hace ya bastante tiempo que me defraudaron.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Ella


Había llegado temprano. Se había sentado en una mesita circular desde donde se divisaba la puerta de la cafetería.
Le sudaban las manos. Tenía una sensación rara, hacía muchísimo tiempo que no sentía ese cosquilleo interior que no le dejaba vivir. Miró su reloj. Sólo faltaban cinco minutos para que él llegara. Disimulaba. Pensaba que todo el mundo se estaba fijando en ella. Todavía no estaba convencida de lo que iba hacer. Dentro de unos minutos aparecería por esa puerta un hombre con una bufanda azul, era casi todo lo que sabía de él.
Un día abrió un correo, respondió y ... había pasado ya un mes, los correos se fueron sucediendo y pasaron a ocupar algo especial, algo imprescindible en su vida. Cada día a eso de las once de la mañana su corazón palpitaba, se agitaba, trotaba y hasta se desbocaba. Abría el correo y encotraba lo que tanto esperaba. Eran palabras tiernas, dulces, halagos, ya hacía mucho tiempo que no los sentía.
Hola, cada día tengo más ganas de conocerte, creo que ha llegado el momento, nos vemos el viernes, llevaré una bufanda azul. Ésta eran la frase que repiqueteaba continuamente en su pensamiento. Cada vez que recordaba que había accedido al encuentro, dentro de sí sentía una lucha fratricida, por un lado algo que no sabía muy bien lo que era que la esclavizaba y le obligaba a estar ahora allí, por otro el recuerdo de su marido y sus tres hijos.
Volvió a mirar el reloj. Lamó al camarero. Pagó su café y salió a la calle. Hacía frío. Antes de doblar la esquina no sé que instinto le hizo volver la cabeza. Estaba entrando en el local un hombre moreno que llevaba una bufanda azul. Era su marido.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Hay mucho sapo por el mundo


La luciérnaga y el sapo

Brillaba en una floresta
durante noche sombría
la Luciérnaga modesta
que ignoraba si lucía.

Envidioso de su brillo
cierto Sapo que la vio
fue y escupió al gusanillo
veneno que lo mató.

¿Por qué, exclamó falleciente,
a un desvalido matar?
Y escupiendo nuevamente,
dijo el Sapo: "¡No brillar!"

(Juan E. Hartzenbusch, 1806-1880)

¿Qué te consideras luciérnaga o sapo?

martes, 13 de noviembre de 2007

La vida está "esvuelta"

Image Hosting by Picoodle.com
No hace falta ser muy observadores para darnos cuenta de que vivimos en una sociedad en la que están cambiando una serie de premisas que hasta ahora la estaban sustentando. No hay más que darse una vueltecita por cualquiera de nuestras escuelas o leer las noticias que de vez en cuando van ilustrando el tema para pensar que:

Somos los últimos hijos abroncados por nuestros padres y los primeros padres abroncados por nuestros hijos.

Somos los últimos que tratamos de respetar a nuestros padres y los primeros que aceptamos que nuestros hijos no nos respeten.

Y también somos los últimos que crecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos esclavizados por nuestros hijos.

¿Es tan grave el problema como parece?

jueves, 8 de noviembre de 2007

De vacaciones


El pasado puente de Todos los Santos estuvimos en una ciudad europea que tiene un encanto fuera de lo normal. Lo pasamos de maravilla, disfrutamos de sus monumentos y seguro que su recuerdo perdurará por mucho tiempo.
¿Sabéis de qué ciudad se trata?

Para pensar un poco...

Os remito una noticia que pulula por internet, leezla porque no tiene desperdicio.

Un senador estadounidense demanda a Dios por causar "catástrofes" en el mundo
EFE. 19.09.2007 - 03:59h

Fue admitida a trámite el pasado 14 de septiembre por la Corte del distrito de Douglas, en Nebraska.
Ante la imposibilidad de que Dios se presente en el proceso, se cita a los representantes de "varias religiones".
El demandante reconoce que ha hecho "razonables esfuerzos" para invocar al demandado.
El senador estatal de Nebraska, Ernie Chambers, presentó una demanda judicial contra Dios, al que acusa de haber causado "nefastas catástrofes" en el mundo, que han provocado muerte y destrucción sin misericordia.

El escrito fue admitido a trámite el pasado 14 de septiembre por la Corte del distrito de Douglas, en Nebraska, en una prueba más de que en Estados Unidos las demandas pueden prosperar pese a lo extravagante que sea su contenido.
La demanda reconoce que el "demandado" es conocido con varios "alias, títulos, nombres y designaciones".
Ante la imposibilidad de que Dios se presente en el proceso, se cita a los representantes de "varias religiones, denominaciones, y cultos que, de manera notoria, reconocen ser agentes del demandado y hablan en su representación.
Intenta invocar al demandado
El demandante reconoce que ha hecho "razonables esfuerzos" para invocar al demandado, con llamados de "manifiéstate, manifiéstate, donde quiera que estés", aunque sin éxito.
El demandado no ha mostrado ni compasión ni remordimiento

En la demanda, el senador lanza en lenguaje bíblico varias acusaciones contra Dios, como que ha causado "espantosas inundaciones, egregios terremotos, horrendos huracanes, terroríficos tornados, perniciosas plagas, feroces hambrunas, devastadoras sequías, y guerras genocidas".
Todas estas "nefastas catástrofes" han provocado "muertes generalizadas, destrucciones y ha aterrorizado a millones y millones de habitantes de la tierra, incluidos bebés inocentes, niños, ancianos y enfermos, sin ninguna distinción".
Con todo ello, "el demandado no ha mostrado ni compasión ni remordimiento", y no contento con esto, incluso ha proclamado que "reirá cuando las calamidades ocurran". Para Chambers, que ocupa un asiento en el Senado de Nebraska desde 1970, "la conducta pasada y la historia del demandado hace ver que sus amenazas terroríficas son creíbles".

Por ello, pide al juez que someta a Dios a un proceso judicial, no sin antes pedirle que le haga un requerimiento permanente para que cese en sus "acciones destructivas y sus amenazas terroríficas".

miércoles, 31 de octubre de 2007

sueños

Sueña el pobre con dinero,
sueña el rico con riqueza,
sueña el joven con belleza,
sueña el viejo con la muerte.

Sueña el cojo con la pata,
sueña el ciego con el ojo,
sueña el feo con milagros,
sueña el guapo con la guapa.

Sueña el bebé con su madre,
sueña la madre en su estado,
sueña el papá muy nervioso
con que todo haya pasado.

Sueña el león con su presa,
sueña el halcón en el aire,
sueña la larga girafa
con convertirse en tigresa.

Sueña el can con la comida,
y sueña la oveja balando,
y del lobo ni te cuento,
que seguro está acechando.

Sueña el agua con la trucha,
sueña la trucha en verano,
sueña el salmón navegando
siempre hacia arriba, cansado.

Sueña el trigo con el viento,
sueña el jazmín con la flor,
sueña la abeja volando
sueña con tu corazón.

Sueña el azul con el rojo,
sueña rojo con el blanco,
sueña el blanco con el negro,
sueña el negro con trabajo.

Sueña el chico con la chica,
sueña la chica con sapos,
sueña el sapo con princesa,
y la princesa, con trapos.

Sueña el nueve con el seis,
sueña el tacto con tu lengua,
sueña el muslo con tu muslo,
sueña el amor de tu boca.

Porque soñar es un sueño,
porque sueño el despertar,
porque ya decía Calderón,
que los sueños...,
sueños son.

Sueña el lector que se acaben,
estos versitos de nada,
pero soñando y soñando,
ya es hora de despertar
no sea que con el rollo
no vayas a trabajar.


¿Y tú en qué sueñas?

martes, 30 de octubre de 2007

lunes, 29 de octubre de 2007

GRACIAS


Gracias a todos/as por todo.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Pregunto

Para todos vosotros, ¿Qué significa tener éxito en la vida? ¿Os sentís realizados o fracasados?

Espero vuestros comentarios.

sábado, 20 de octubre de 2007

Ayer, hoy y mañana...

Hace 30 años: Era un ventiañero con patilla larga y pantalón vaquero que no se hacía idea de lo que de le venía encima. Llevaba 2 años festejando con la que sería mi mujer. Ni se me pasaba por la cabeza el irme a trabajar a Barcelona.

Hace 20 años: Aún no tenía 30, ya habían nacido mis dos hijos, era una época muy ajetreada y feliz. ¡Cómo había cambiado la vida!. Laboralmente bien pero soñando con mejores expectativas, la privada en la estaba no era más que un negocio puro y duro.

Hace 15 años: Disfruté de las Olimpiadas de Barcelona en vivo y en directo, bonitos recuerdos, por aquella época ya pensaba en prepararme las opos, las aprobé tres años después, lo celebramos con una buena mariscada en el 5 Villas.

Hace 10 años. Profesionalmente me sentía más realizado. Mi vida era bastante apacible, mis hijos todavía no habían entrado en la edad del pavo y reinaba la tranquilidad.

Hace 5 años: Guerra continua, las hormonas se les han disparado. Ya llevo 3 años en la escuela en la que todavía laboro. Estoy más que a gusto.

Ayer: Muchos sueños cumplidos y otros que espero que se cumplan. Son ya 25 años casado con la misma mujer, cosa complicada hoy día. Espero que me siga aguantando.

Hoy: Se va vislumbrando ya una lucecita al final del túnel, Carlos es ya maestro. Sigo añorando Soria, mi tierra, como el primer día que me ausenté de ella o quizás con más fuerza.

Mañana: Dios dirá...

martes, 16 de octubre de 2007

Octubre

Ya pasó Septiembre, tenía ganas. Cada año me sucede lo mismo. Ya os comenté que la sabia no me llegaba ni a los talones. En Octubre me recupero. Estoy casi a tope. Lo malo es que a finales de mes caigo en la década del 5 punto cero. Cincuenta años pufff. Ni yo mismo me imagino con tantos años. Pero no me preocupa. A pesar de ello los afronto con toda ilusión. Entro en esa edad que según me han contado continúas con unas facultades envidiables, algo debe de tener cuando tengo amiguetes de la quinta que están ligando ahora más que cuando tenían veinte. Igual tan sólo son ilusiones. ¡Ya os contaré ya!.